Comportamiento Organizacional
D F I U A T C ; K N P R O E1 valor de los rasgos para explicar ac titu d e s y com po rtam ien tos La esencia de las posiciones referen tes a los rasgos, en relación con el compo rtam ien to organi- zacional, es que los em p leados tien en c a ra c te rís t i c a s e s t a b l e s d e p e r s o n a l i d a d (com o la dependencia, la an sied ad y la sociabilidad) que ejercen b a s ta n te in fluencia en s u s a c titu d e s an te la e s tru c tu ra de la organización, s u s reacciones conduc tua le s a n te ella. Las p e rson a s que tienen ciertos rasgo s tienden a s e r relativam en te con sis ten te s en s u s ac titu d e s y condu c ta s con el tiempo y en tod a s las situac iones. Claro e s tá que los teó ricos de los rasgos reconocen que no todos los rasgo s tien en la m ism a fuerza. Los rasgos cardinales son ta n fuertes y generales que ejercen influencia en todos los ac to s de u n a pe rsona . Por ejemplo, u n a p e rson a cuyo rasgo ca rd inal es el dom inio se rá dom inan te en casi todos s u s actos. Las p ru eb a s estab lecen que los rasgos card inales son relativam en te raro s. Los rasgos primarios son m á s no rm ales. E n general, é stos ejercen influencia con sisten te en el compor tam ien to , pero qu izá no se p re sen ten en tod as las situac iones. Así pues, u n a p e rson a puede ser sociable en general, pero quizá no exhiba este rasgo primario, por decir algo, en reun iones grandes. Por último, los rasgos secundarios son a tribu tos que no forman p a rte vital de la pe rsona lidad , pero que e n tra n en juego en situ ac ion e s p a rticu la re s. Una pe rsona a se rtiv a y segu ra de sí m ism a pod ría ser sum isa , por ejemplo, cuando se en fren ta a s u jefe. En su m ayor pa rte , las teo rías de los rasgo s se han cen trado en la fuerza de los rasgo s p rim a rios p a ra prever las a c titu d e s y los com po rtam ien tos de los empleados. Las teo rías de los rasgo s su e len servir pa ra confirmar la validez de las p ru eb a s de la p e rson a promedio. Es decir, to d a s rep re s en ta n u n a m an e r a razonab lem en te exacta de describ ir a las pe rso n as. Piense en amigos, fam iliares y conocidos que haya tra tad o d u ra n te alguno s año s. ¿Tienen r a s gos que h a n perm anecido rela tivam en te estab les con el tiempo? La mayor p a rte de no so tro s con testa ríam o s de m an e ra afirmativa. Si la p rim a Ana e ra tím ida y nerv iosa la ú ltim a vez qu e la vimos hace diez años, nos a som b ra ría de scub rir que ah o ra es ab ie rta y tranqu ila . En el contexto organizacionai. los investiga do res h a n encon trado que la satisfacción laboral de u n a pe rson a en u n año dado cu a lqu ie ra es u n previsor im po rtan te de su satisfacción labo ral cin co añ o s d e spués, incluso tom ando en cu e n ta los camb ios de pue sto , rem une rac ión , ocupación y p a tró n .' Esto hizo qu e los investigadores llegaran a la conclusión de que los individuos tien en cierta pred isposición a la felicidad, la cual a fec ta b a s ta n te s u satisfacción laboral en todo tipo de empleo y organización. Un último pun to en cu an to a la función de los rasgos en las organizaciones: Los a dm in is tra do res deben creer firmem en te en la fuerza de los rasgos p a ra prever el com po rtam ien to . De lo con trario , no se m o lesta rían en en trev ista r y exam inar a los posibles empleados. Si p e n s a r a n que las s itu ac ion e s d e te rm in an la conduc ta , c o n tra ta rían al personal casi al azar y e s tru c tu ra ría n la s itu a ción en consecuencia. Pero en m u ch a s o rgan iza ciones del m undo indu stria lizado el proceso de selección de em p leados concede g ran im po rtancia a los re su ltado s que ob tienen los so lic itan tes en en trev istas y exámenes. Suponga qu e u s ted es u n en trev istado r y se p regun ta : ¿Qué p re tendo de los cand id a to s al empleo? Si u s ted con te sta con té r m inos como: Una p e rsonacon sc/en íe , trabajadora, ambiciosa, confiada, independ ien te, y confiable, ¡se h a convertido en u n teórico de los rasgos! B.M. S taw y J . Ross, “Stability in the Midst of Change: A D ispositional Approach to .Job A ttitudes", Journal o f Applied Psychology, agosto de 1985, pp. 469-80.
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