Comportamiento Organizacional

El caso a favor de la comunicación ambigua La p rincipal b a rre ra p a ra la comun icación es el Ingenuo su p u e sto de que la s p e rson a s qu ieren que, de hecho, mejore la comun icación . La mayo- ría p a sam o s po r a lto u n hecho básico: Es frecu en ­ te que al emisor y al recep to r les in te rese que la comunicación sea amb igua. Al parecer, “la falta de comun icación” ha p a sado a o cupa r el lugar del pecado original como explicación p a ra los m ales del m undo . C o n s tan te ­ m en te oímos decir que los p rob lem as d e sap a rece ­ rían si sólo lográramos “com un icarno s mejor". Algunos de los su p u e s to s b á sico s p a ra e s ta opi­ nión se deben an a liza r con deten im ien to . Un supu e sto es qu e la m a la comunicación se parece al pecado original: la s dos su e len revolverse cuando se con tro la la situac ión . Si algu ien defme la comunicación como u n ac to de comprensión recíproca, ello no implica control p a ra n ingun a de las dos p a rte s y. con certeza, no p a ra am b a s. Sin embargo, la b u e n a comun icación se iguala con el control en el su p u e s to de que u n a mejor com un i­ cación indudab lem en te d ism inu irá las lu ch a s y los conflictos. La definición de mejor com un ica ­ ción personal, al igual que su defmición de u n a condu c ta v irtuosa, con siste en lograr que u n a p a r ­ te acep te las op iniones de la o tra, con lo cual se reduc iría el conflicto a exp en sa s de la o tra parte. Si se comprendiera mejor la situación, sólo se s u b ­ rayarían las diferencias, en lugar de resolverlas. De hecho, m u ch a s de las técn icas consideradas mala comunicación, al parecer, fueron desarrolladas con el propósito de evitar la confrontación o de p a sa r la información por alto. Otro su p u e sto que s e deriva de este pun to de v ista es que cu ando el conflicto h a du rado m ucho tiempo, e ind ica que con tinu a rá , la falta de com u ­ nicación debe se r uno de los p rob lem as básicos. Por regla general, cuando la situac ión se analiza con m á s deten im ien to , se en con tra rá m u ch a co­ municación; el prob lem a, de nueva cu en ta , e s tá en que la comun icación se iguala al hecho de e sta r de acuerdo. Otro tercer su p u e sto , relacionado de a lguna m ane ra a u n q u e no se b a s a tan to en la ecuación de la comun icación y el control, es que cuando m enos u n a d é la s p a rte s de u n a in teracción , y con frecuencia las dos, siem p re tien e in te rés en lograr u n máximo de claridad , m ed ida é s ta po r algún e s tá n d a r m á s o m eno s objetivo. Además de la d ificultad p a ra estab lecer e s te e s tá n d a r (el e s tá n ­ d a r de ¿qu ién? y ¿no le deja esto el con tro l de la situación?) ex isten a lguno s casos, qu izás m uchos, donde a las dos p a rte s les in te re sa que la situac ión s e a ta n bo rro sa e indefm ida como se pu ed a . Esto ocu rre, sob re todo, en te rreno s sen sib les o p roh i­ bidos, cu ltu ra l o persona lm en te , qu e incluyen prejuicios, concep tos rígidos, y dem ás, pero tam ­ b ién puede o cu rrir en u n te rreno nuevo, donde el u so de viejas definiciones y so luciones la podría d isto rsiona r irm iensamen te. Con frecuencia olvidamos que cuando las com un icaciones de la organización se dejan bo rro ­ s a s. hay m enos p regun ta s , las decisiones son m ás ráp id a s, las objeciones se redu cen al m ínimo, la oposición d ism inuye, las afirm aciones qu e se h a n hecho se pu ed en negar, se conserva la libe rtad p a ra cam b iar de opinión, se a y u d a a conserva r la m ística y a o cu lta r in segu ridades, uno p u e d e d e ­ cir d iferen tes co sas al m ismo tiempo, se puede decir “no” con diplomacia y se ay u d a a evitar confron taciones y an siedad . Si u s ted qu iere an a liza r con detalle el a rte refinado de la comun icación am b igua , sólo tiene que ver u n a en trev ista telev isada de cualqu ier político cand ida to a u n pue sto . El en trev istado r tr a ta de ob tene r información específica, m ien tra s el político in te n ta p royectar la m ayor can tid ad posible de in te rp re tac iones. E s ta comun icación am b igua pe rm ite a los políticos a c e rc a rse a la imagen ideal “de se r m u ch a s co sas p a ra m u ch a s p e rso n a s ”. Basado en C. O. Kursh, "The Benefits of Poor C omm uni­ cation", r/iePsi/c/ioa/ia/yfící?eníc?u’, verano-otoño d e 1971, pp. 189-208 y E. M. E lsenberg y M. G. W itten. "Reconsidering O pennes In O rganlzatlonal Communication". Academi/ q f Ma- nagem ent Reoleiv, Julio de 1987, pp. 418-26.

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