Comportamiento Organizacional

Si algo sa le mal, yo f u i el responsable; si algo sa le medio bien, entonces nosotros somos los responsables. Si algo sa le muy bien, entonces tú eres el responsable. Eso e s todo lo que se requiere pa ra lograr que los Jugadores ganen partidos de fú tb o l bajo tu mando. E n t r e n a d o r P. B r y a n t d iciembre de 1990, H. Norman Schwarzkopf e ra general de cu a tro ^ e s t r e l l a s del ejército de E stado s Unidos y e ra m uy com peten te pero desconocido. En tonces se p resen tó la Operación To rm en ta del Desierto en el Golfo Pérsico. Schwarzkopf. en u n a gu e rra qu e se ganó en u n a s c u a n ta s sem an a s , condu jo a las trop a s a liad a s a u n a victoria a r r a s a d o r a sob re Irak y liberó a Kuwait de la ocupación iraquí. Pa ra mayo de 1991, Norman Schwarzkopf e ra u n gran héroe a lo largo y ancho de Estados Unidos. Dondequiera que iba, las m u ltitudes coreaban su aprobación. No hab ía puesto de liderazgo importante en Estados Unidos que estuviera fuera de su alcance. La revista Time escribió que su siguiente puesto podría ser como en trenado r en jefe del equipo de fútbol de las Águilas de Filadelfia, rector de la Universidad A&M de Texas. Presidente de Chrysler Corporation (sucesor de Lee lacocca). senador por Florida o incluso candidato a la presidencia de E stados Unidos. • ¿Qué convirtió a Schwarzkopf en líder “de u n d ía p a ra otro"? Sin duda , el ráp ido y ab rum ado r triun fo de s u s trop a s fue im p resionan te . Tamb ién lo fue el hecho de que hubo m enos de 150 so ldados a liado s m u e rto s, cuando casi todo a n a lis ta de los medios h ab ía prev isto que la s b a ja s de los a liados pod rían sum a r m u cho s miles. Además, e s ta b a el estilo atrev ido y c a rism à ­ tico de Schw a rzkop f Iba al grano , sin pa lab rerías: e ra ap a sion ado y no thno ra to . Tenía u n a iim iensa confianza en s u s trop a s y se no taba ; ten ía el valor de decir lo qu e p en saba : y ten ía la cap ac id ad de h ipno tizar a los repo rtero s con s u sen tido del hum o r y su inclinación a d a r re sp u e s ta s d irec tas. Este hom b re p a sado de peso y medio calvo no ten ía el a sp ec to que m u ch a s p e rso n a s ad jud ican a u n líder m ilitar. Por el con trario , m ás b ien tra n sm itía la imagen del tío predilecto que siem p re e s tá d ispu e sto a ayuda r. Sin embargo, ¿qué h ac ía que la gen te su p u s ie ra que algu ien capaz de con ta r con la lea ltad de la s trop a s en b a ta lla pod ría tran s fe rir ese liderazgo

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