Comportamiento Organizacional
do u n a activ idad especializada, pod ían p roducir en tre tod as a lrededo r de c u a re n ta y ocho mil alfileres aí día. Sin embargo, p ropon ía que si cada un a de eUas tra b a ja ra por separado , de m an e ra independ ien te, los diez tr a b a jad o re s ju n to s tend rían su e rte si fab ricaban diez alfileres en u n día. Si cada uno tuv iera que s a ca r el alcimbre. enderezarlo, cortarlo, hacer la cabeza de cada alfiler, sacarle p u n ta y so ldar la cabeza y el alfiler, ¡sería u n a h azañ a p roducir diez alfileres al día! Sm ith llegó a la conclusión de que la división del trab a jo a um e n ta la p roductiv idad po rque increm en ta la hab ilidad y de streza de cada tra b a ja dor, ah o rra tiempo que no rm a lm en te se p ierde al cam b iar de activ idades y fomen ta la creación de inven tos y m aqu in a ria que a h o rra n trabajo . Las v en ta jas económ icas de la especialización laboral m enc ionada s hace do s cien tos a ño s por Adam Sm ith, sin dud a , h a n e stim u lado el amplio d e s a rro llo de los procesos de producción en línea reg istrado en este siglo. Charles Babbage C harles Babbage. inglés y profesor de m a tem á tica s, amplió las v irtud e s de la división del traba jo que hab ía articu lado Adam Sm ith. En su libro Sobre la economía de la maquinaria y las manu facturas,^ pub licado en 1832, Babbage amplió la lista de ven ta jas que se derivan de la división de traba jo de Sm ith. con las sigu ien tes: 1. D ism inuye el tiempo requerido p a ra ap rend e r u n trabajo . 2 . D ism inuye el desperdicio de m aterial en la e tap a del aprend izaje. 3 . Perm ite que se alcancen grados elevados de hab ilidad . 4 . Perm ite que las hab ilidades y capac idades físicas de la s p e rso n a s se in teg ren mejor a activ idades específicas. Es m ás. Babbage p ropuso que las econom ías deb idas a la especializa ción deberían ten e r ta n ta im po rtancia p a ra el traba jo m en ta l como p a ra el físico. Por ejemplo, hoy dam os por s e n ta d a la especialización de los profe sionales. Cuando tenem os u n a u rticaria , nos dirigimos a u n dermatólogo. Cuando adqu irim os u n a casa , consu ltam os a un abogado especializado en b ienes raíces. Los profesores de s u s clases de adm in istrac ión se especiali zan en campos como con tab ilidad fiscal, desarro llo em p resaria l, condu c ta de los consum ido res y comportam ien to organizacional. E s ta s ap licaciones de la división de traba jo e ran desconocidas en la Ing laterra del siglo xviii. Sin embargo, las organizaciones con tem po ráneas de todo el m undo (en las in d u s tria s de las m an u fa c tu ra s y las de los servicios) rec u rre n m uch ísim o a la división del trabajo . Robert Owen Robert Owen fue u n empresario galés que adqu irió su p rim e ra fáb rica en 1789, a la edad de dieciocho año s. Es im po rtan te p a ra la h isto ria del comportam ien to organizacional porque fue uno de los p rim eros indu stria le s en reconocer que el crecien te s istem a fabril e s tab a dem e ritando a los traba jado res. Owen, que s en tía repugnanc ia a n te la s d u r a s p rác tica s que veía en las fáb ricas (como el empleo de n iños (muchos con m enos de diez años) jo rn a d a s de trece ho ra s y condiciones labo rales m iserab les), se convirtió en u n reformador. Regañaba a los dueño s de la s fáb ricas po r tr a ta r el equipo mejor que a s u s empleados. Decía que com p raban las m ejores m áq u in a s y d e spu é s co n tra tab an a los trab a jado re s m ás b a ra to s p a ra m ane ja rlas.
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