Diccionario del trabajo social

participación social - participar nacional, social y personal de los pueblos y de las personas. Sin embargo, si la problemática de la participación se plantea a niveles operati­ vos, ella tiene una serie de implicaciones. En primer lugar, hay que saber que no se llega a la participación de manera espon­ tánea y natural. La participación es un objetivo estratégico, lo que supone que es un punto de llegada y no de partida. Para llegar a ese objetivo debe darse un proce­ so. hay que recorrer un camino, producir un tránsito en el que cada persona se transforma de espectador en actor y se va evolucionando de una participación “tu­ telada" a una participación "autónoma". No siempre se logra la plena participa­ ción, pero a ella hay que tender, promo­ viendo las iniciativas populares “desde la base” y fomentando el surgimiento y consolidación de las organizaciones au­ tónomas. P A R T IC IP A C IÓ N S O C IA L . Expre sión utilizada para designar la participa­ ción consciente en los grupos de perte­ nencia. P A R T IC IPA R . Del latín participare. compuesto de par.s. “parte” , y ccipere. "tomar” . Como indica la etimología del término, participar significa “tener parte” en una co.sa. Se trata, pues, de un acto ejercido por un sujeto/agente que está in­ volucrado en un ámbito en donde puede tomar decisiones. Tratándose de un tér­ mino ampliamente utilizado en trabajo social y en las diferentes formas de inter­ vención social, hay que advertir la equi- vocidad en el uso del termino. No todo lo que se llama participación, es participa­ ción en sentido estricto; hay formas muy variadas de simulación de la participa­ ción. Tanto en acción política y la admi­ nistración pública como en las organiza­ ciones no gubernamentales, y aun en los mismos programas de trabajo social y en la prestación de servicios .sociales, se suelen hacer ofertas de participación que no son otra cosa que formas de utiliza­ ción de la gente de acuerdo con los inte­ reses manifiestos o encubiertos de la ins­ titución u organización que propicia la participación. En unos casos son formas de captación de clientela política; en otros, de atenuación de conflictos socia­ les. Y, en algunos programas de acción social, constituyen una forma de incorpo­ rar mano de obra barata para atender a las necesidades y problemas de sectores po­ pulares. Existen diferentes grados de partici­ pación de la gente conforme al grado de control e incidencia que tienen sobre las decisiones. A este respecto proponemos la siguiente escala sobre niveles de parti­ cipación: • La participación corno oferta- invitación. Es el grado o nivel más bajo de participación, aunque en sentido es­ tricto habría que denominarlo como pseudoparticipación. Lo que se pretende es que la gente tome parte de las decisio­ nes de quienes disponen lo que hay que hacer. Son los de "arriba” quienes invitan a participar a los de “abajo” . • Otro grado es la participación como consulta. En este caso, los responsables de realizar un programa consultan (cuan­ do quieren), solicitando sugerencias o alentando a que la gente exprese sus pun­ tos de vista sobre lo que se va a hacer o se está haciendo. En este grado de parti­ cipación se puede distinguir entre la con­ sulta facultativa, sólo se participa si así les parece a quienes tienen el poder de decisión, y la consulta obligatoria, cuan­ do dentro de la organización o del pro­ grama existen disposiciones que obligan a ello. • Una forma más participativa es la

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