Diccionario del trabajo social

Irabajo social comunilario (con/.) específicos a Iravés de los cuales se rea­ lizan los programas de desarrollo comu­ nal: • servicios de agricultura: • servicios de nutrición; • servicios de educación; • educación fundamental; • servicios de orientación y forma­ ción profesional; • promiK’ión de ccxjperativas; • artesanías y pequeñas industrias; • servicios siK'iales; • vivienda, construcción y planifica­ ción; • sanidad. Hasta 19.57, el desarrollo de la comu­ nidad sólo se aplicó a las comunidades rurales. .Sin embargo, el rápido priK-eso de urbanización que se produce en algu­ nos países subdesarrollados impulsa a aplicar los programas de este tipo a las zonas urbanas. En America latina, los programas de desarrollo comunal no se aplican hasta fi­ nales de la década de los cincuenta y, desde las primeras experiencias, revelan la contluencia tanto del enfixjue de la or­ ganización de la comunidad como del desarrollo comunal. Lo primero se da co­ mo consecuencia de la presencia de ex- lieitos norteamericanos en la realización de los primeros programas que traen el enfoque de la “Coimnunity Orgtmiza- lion " y lo segundo se deriva de la índole de los problemas que se afrontan. Desde 1949, la División del Trabajo y Asuntos Swiales de la Unión Paname­ ricana promueve tres seminarios regiona­ les de asuntos sociales que, de algún mo­ do, constituyen el "lanzamiento” del de­ sarrollo de la comunidad en América la­ tina, aunque la expresión no tuviese un uso muy generalizado. En esos semina­ rios se tratan cuatro grandes cuestiones: cooperativismo, servicio social, vivienda y planificación, y educación obrera. Los libros de la trabajadora social norteamericana Caroline Ware y su pre­ sencia [X’rsonal son lo más significativo en el desarrollo de este métixlo en Améri­ ca latina. La Unión Panamericana publicó las dos obras principales de esta autora: Estuilio de la comunidad (1952, edición revisada de la que ya se había publicado en Puerto Rico) y Organización de la co­ munidad para el bienestar social (1954). Quizás sea oportuno recordar aquí la definición propuesta por Caroline Ware sobre organización de la comunidad, que considera como "un proceso para susci­ tar grupos funcionales de ciudadanos ca­ paces de ser agentes activos y responsa­ bles de su propio progreso, usando para ello como medios: la investigación en co­ mún de los problemas locales, el planea­ miento y la ejecución por sí mismos de las soluciones que antes convinieron y la coordinación voluntaria con los demás grupos y con las autoridades oficiales, de modo que se obtenga el bienestar total de la comunidad”. En los años sesenta, aparecen las pri­ meras versiones latinoamericanas del de­ sarrollo de la comunidad. Ivl mexicano Ricardo Pozas Arciniegas elabora una metiHlología para el estudio de las comu­ nidades; el costarricense ('arlos María Ji­ ménez desarrolla fundamentalmente los aspectos administrativos de estos progra­ mas y Rubén Darío Utría, colombiano, focaliza la acción comunitaria como un aspecto del desarrollo comunal. Por mi parte, intenté en esos años un enfoque global, en el que integraba una perspecti­ va desarrollista con ciertos aspectos me- todoUSgicos de la escuela francesa de economía y humanismo, lín versiones posteriores, he reelaborado esas propues­ tas. Con Hermán Kruse, de nacionalidad umguaya, se da la primera versión reali

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