Diccionario del trabajo social

trabajo soiial de coso (coni.) del metodo de caso, las “relaciones inter­ personales" tienen una importancia cen­ tral. Es esencial que el trabajador/a so­ cial, en su relación con las personas que recurren a él, sepa construir un clima de libertad para la expresión personal y para una mejor exploración, indagación y es­ tudio del caso para tratar. Estas relaciones interpersonales se pueden definir en términos rogerianos, como una lonna de “consideración posi­ tiva", y que en el lenguaje de muchos tra­ bajadores/as sociales se expresa en tér­ minos de calidez humana. Siendo esto así, la presencia, el modo de ser y el en­ torno inlluyen decididamente en el logro de resultados significativos y positivos. En este punto puede ser de ayuda, para un buen dc.sempeño del rol profesional, el trabajo de Jack Gibb sobre las catego­ rías de conductas propias de ambientes de ayuda. Gibbs desarrolló seis pares de categorías de ayuda y defensivas: A m b ie n te s d e a y u d a 1. Descripción 2. Orientación del problema Espontaneidad 4. Empatia .“i. Igualdad 6. Provisionalidad A n ih ie n le s d e fe n s iv o s 1. Evaluación 2. Control 3. Estrategia 4. Neutralidad Superioridad 6. Certeza La actitud descriptiva se expresa en que el trabajador/a social recoge los da­ tos e información sobre el problema, sin dar juicios de valor sobre el compoila- miento del usuario/a. Y cuando decimos no dar juicio de valor, no nos referimos sólo a lo que se dice, sino también al to­ no de la voz y a la conducta o lenguaje no verbal en general. En cuanto a la orientación del pro­ blema, traducido esto al tratamiento del caso, es la antítesis de la manipulación. Se trata de ayudar a diagnosticar el pro­ blema, a plantearlo en sus justos térmi­ nos y ayudar a buscar una solución, res­ petando el derecho de autodetenninación del usuario/a. Esto supone una conducta permisiva, porque acepta que la persona establezca sus propias metas y tome sus propias decisiones, participando en el análisis de su situación y en la búsqueda de soluciones para superar a la misma. Por otra parte, el usuario/a puede aceptar o no los consejos y la ayuda que le ofre­ cen. Una conducta en las relaciones inter­ personales es espontánea cuando no se utilizan estratagemas para persuadir a ac­ tuar de manera tal que el otro haga lo que uno quiere. Las triquiñuelas de manipu­ lación, en cuanto son descubiertas, des­ piertan reacciones defensivas o de recha­ zo. Erente a la neutralidad proclamada por algunos, creemos que el trabajador/a social ha de tener una conducta empática hacia la persona que acude a él. La empa­ tia, como lo explica Rogers, es “un sentir el mundo interior y personal del otro co­ mo si fuera propio". Esta comprensión empática consiste en la capacidad de par­ ticipar en una realidad ajena compren­ diendo las conductas de los demás, sus motivaciones profundas, sus perspectivas vitales. Esto permite, a su vez, penetrar los sentimientos, ideas y perspectivas del otro y, por lo tanto, comprender al otro en lo que éste es y comunica. En la utilización de este método tiene una gran importancia lo que se ha dado

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