Diccionario del trabajo social

trabajo sodai ile grupo en llamar la destreza en la relación, pues­ to que más que cualquiera de los otros métodos requiere de una mayor indivi­ dualización de cada persona. P;u‘a ello hay que saber crear un ambiente en el que el usuario/a — en cuanto persona— se sienta en igualdad con el profesional. Si se establece una relación dicotòmica jerarquizada entre el trabajador/a social y el usuario/a y se hace .sentir la “superio­ ridad" o “autoridad” del profesional, difí­ cilmente se permite que el otro crezca. Por último, y éste es un aspecto sus­ tancial, la persona que acude con “su” problema debe participar en el análisis y solución del mismo, de modo tal que quede ligado a su propio tratamiento. Y en lo que concierne a las orientaciones que proporciona el trabajador/a social, hay que desterrar toda forma de certeza absoluta en las orientaciones que propor­ ciona; por el contrario, hay que insistir en la idea de búsqueda conjunta. Dicho todo lo anterior sobre el de­ sempeño profesional, en cuanto a las re­ laciones interpersonales en el método de caso social individual, cabe preguntar ahora: ¿cuáles son los roles profesionales de.sempeñados en la utilización de este método? Teniendo en cuenta lo que se hace, podríamos hacer un largo listado; señalamos algunos: receptor de proble­ mas cumpliendo, a veces, una simple la­ bor de registro administrativo; orientador para que la gente busque resolver sus propios problemas; gestor, como inter­ mediario entre los usuarios/as y la insti­ tución; proveedor de servicios; consejero y, en algunos casos, hasta terapeuta. Es­ tos roles suelen tener un corte asisten- cial/rchabilitador, con no pocas tareas de gestor, cuando no simples funciones ad­ ministrativas y burocráticas. T R A B A JO S O C IA L DE (¡RLIPO. Es uno de los tres métodos clásicos de la profesión a través del cual, utilizando la situación de grupos, se ayuda a que los individuos miembros de un grupo puedan satisfacer sus necesidades psicosociales y progresar desde el punto de vista emo­ tivo e intelectual, de modo que puedan alcanzar los objetivos del grupo y contri­ buir a un mejor funcionamiento de la so­ ciedad. Durante más de veinte años, el caso social individual fue el único método profesional reconocido. Sin embargo, la práctica del trabajo con grupos es de muy vieja data. Nace antes que apareciese el "‘social w'ork” como profesión, y se desa­ rrolla luego, desligado de este campo profesional. Ya en los años veinte los tra­ bajadores/as sociales utilizaban el traba­ jo con grupos como forma de interven­ ción profesional en programas de juven­ tud, recreación, organización de campa­ mentos de exploradores y en la organiza­ ción y funcionamiento de los centros ve­ cinales. Todas estas experiencias van plan­ teando la necesidad de sistematizar las formas y prt>cedimientos de trabajar en y con grupos. El "groiip work" fue consi­ derado inicialmente como un “campo de actuación” , luego un “movimiento" y más larde un "objetivo” o “meta”. Pero a medida que se fueron perniando su enfo­ que, ámbito y modalidad operativa, fue adquiriendo el carácter de método espe­ cífico del trabajo social. A lg u n o s a n te c e d e n te s : d e l t r a b a jo c o n g r u p o s a l t r a b a jo s o c ia l d e g r u p o Como lo acabamos de indicar, esta modalidad de trabajo no fue considerada — cuando ya se había institucionalizado y profesionalizado el trabajo social— una forma de intervención profesional, aunque el “trabajar con grupos” era un procedimiento utilizado como forma de ayuda desde finales del siglo pasado. Ba

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