Diccionario del trabajo social

cargas sociales - caridad C A R (; a S SOC'IA I.KS. Expresión eoii que se designan las sumas que lodo em­ presario debe depositar, en un organismo oficial, para cubrir las necesidades socia­ les de los empleados. Ksias cargas guar­ dan relación con la cuaniía global de los salarios pagados. Las cargas sociales se diversifican y aumentan según la evolución de la políti­ ca social, varían según los países, pero, en general, comprenden un impuesto a la formación profesional, cotizaciones a los organismos que suministran prestaciones (seguridad sixial. asignaciones familiares y garantía contra accidentes), entrega de dinero para indemnizaciones por despido y contribución para mejora de la vivienda. Existen también cargas s<x;iales fa­ cultativas. cuyo producto se destina a guarderías infantiles, comedores de em­ presa. colonias de vacaciones, etc. C 'A R ÍiO . Dignidad, empleo. iK'upacii'>n u oficio que confiere la facultad de ejer­ cer determinada función pública y la de poseer ciertos derechos. f,\ R (i() I’liB I.IC O . Se trata del cargo otorgado por elección popular o por nombramiento de la autoridad competen­ te, que faculta para el desempeño de cier­ tos empleos y la representación de fun­ ciones de carácter público. C .ARIDA I). El .sentido rico y variado que tiene esta palabra, en su significación religiosa y evangélica (para el cristiano es la virtud principal), ha sido distorsio­ nado y degradado por la práctica de mu­ chos cristianos. Esta falsa imagen o idea de la caridad ha conducido a que se ten­ ga un concepto torcido de la misma. De ahí que. dentro de la profesión del traba­ jo scx’ial. se hable con frecuencia de ma­ nera peyorativa de la caridad identificada como beneficencia en el sentido más des­ pectivo que tiene este término. Sin embargo, no se puede tratar el asunto a la ligera y con suf>erficialidad. como se hace en los manuales de servicio social. Fíl concepto de caridad tiene un .sentido hondo y decisivo: se trata del amor al pn'yimo. amor que se expresa en obras, no sólo en las relaciones inter­ individuales con quienes están mas cerca de uno, sino también en los problemas que se plantean como consecuencia de las relaciones condicionadas o determi­ nadas por las estructuras globales de la s(x:iedad. En la antigüedad, ni se exaltaba la ca­ ridad como virtud ni se tenía conciencia de su papel en las relaciones sociales, f-'ue el cristianismo el que introdujo un cambio decisivo, al hacer de la caridad (el amor) la principal virtud del cristiano y su distintivo esencial. Entre los prime­ ros cristianos, que ponían las cosas en común, la caridad se expresaba en algo más que en relaciones inter-individuales pues la socialización de los bienes apare­ cía como una forma de ayuda siK'ial dada a los necesitados. Durante la Edad Me­ dia, la Iglesia y sus organizaciones (mo­ nasterios, órdenes religiosas, etc.) orga­ nizaron la caridad, entendida como soco­ rro a las viudas, huérfanos, pobres, enfer­ mos y extranjeros. Considerada la cari­ dad como el cumplimiento de deberes que van más allá de la estricta justicia, hoy puede considerarse que fue un tanto restrictiva su aplicación. Y así ha sido, en efecto, |iero conviene considerar el pro­ blema en su contexto histórico para su correcta comprensión; la idea que se te­ nía de la justicia era bastante limitada y limitativa. Nunca la conciencia puede dar un salto más allá de las condiciones de existencia. í-n la Edad Moderna, con la progresiva secularización de la sociedad y el auge del individualismo, la organiza­ ción de las obras de caridad deja de ser

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