Diccionario del trabajo social

desarrollo social humanos c institucionales, mediante la participación activa y democrática de la población. Bn cuanto programa, está constituido por un conjunto de proyectos y actividades específicas que. mediante un enfoque sistemico, trata de producir un efecto de "sinergia", capa/, de poten­ ciar las acciones puntuales de las diferen­ tes personas y grupos implicados. D E S A R R O I.I.O S O C IA L . La expre­ sión "desarrollo social", al igual que otras estrechamente emparentadas a la misma tales como "hienesiar social", “aspectos sociales del desarrollo", "con­ diciones sociales del desarrollo”, “efec­ tos sociales del desarrollo", se ha ido in­ corporando a la terminología propia de la política social y del desarrollo, alcanzan­ do un uso bastante extensivo y generali­ zado desde comienzos de la época del sesenta. Traducidas estas expresiones a un plano de preocupaciones inás operati­ vas, también se habla de “planificación social", “planificación del bienestar so­ cial", “administración social", etc. Pese al frecuente empleo de estos conceptos asociados, a veces se utilizan como equivalentes, en ocasiones son ex­ presiones intercambiables: en general, cubren una muy variada gama de alcan­ ces y significaciones. El uso vago y variado de estas expre­ siones es un fenómeno internacional. .Si se quisiera constatar, o mejor “experi­ mentar”, la confusión terminológica que existe a este respecto, una prueba signifi­ cativa sería la lectura de los Informes Na­ cionales a la XII Conferencia Inteniacio- nal del Servicio Social (Atenas, 1964), cuyo tema era precisamente la “planifica­ ción social”. Mientras el informe de Ca­ nadá afirma que todo desarrollo, por de­ finición. es social, el informe de Holanda sostiene que la planificación social hace referencia a la contabilidad social. Otros países (Alemania y Finlandia) no pudie­ ron definir el término en su propia lengua y algunos declararon que era un concep­ to nuevo en sus países. Tal como planteó la delegación de Holanda, se trata de un término "que ha estado en el aire en los círculos administrativos y de trabajo so­ cial” o, como dice el informe de Brasil, su uso indiscriminado “estorba seriamen­ te una comprensión adecuada". Los organismos internacionales han creado departamentos o divisiones de asuntos sociales; algunos países tienen ministerios o secretarías de estado de bienestar social o asuntos sociales; los organismos de planificación cuentan con responsables del sector o de los sectores sociales; se dictan cursos de bienestar so­ cial y en casi todos los planes de desarro­ llo elaborados en América latina se habla de programas de desarrollo social. Desde que los especialistas comenzaron a pres­ tar atención a los que inicialmente se de­ nominaron “aspectos extra-económicos del desarrollo" y hoy se denominan los “aspectos sociales del desarrollo", la in­ terdependencia de los factores económi­ cos y sociales fue analizada de maneras muy diversas. Algunos discuten si las condiciones sociales y culturales confor­ man el desarrollo económico o si el desa­ rrollo económico determina la sociedad y la cultura. Todos se han preocupado por introducir, en el estudio de la misma di­ mensión económica del desarrollo, la problemática y los métodos de análisis de las ciencias sociales; tal es el caso de algunas investigaciones del ILPES (Insti­ tuto Latinoamericano de Planificación Económica y Social), en las que trata de ver la estructura productiva, el funciona­ miento del sistema económico y el pro­ ceso de decisiones económicas que se re­ lacionan con el conjunto de la sociedad, están condicionados por ella y, a la vez. O

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