Diccionario del trabajo social

desarrollo social (cant.) ejercen un efecto dinámico sobre el com­ portamiento de los grupos y las fuerzas sociales. Exi.ste, asimismo, preocupación por la interconexión de los cambios habi­ dos en la actividad económica y los acae­ cidos en la estructura social, como tam­ bién por las repercusiones sociales del progreso tecnológico. En suma: la preo­ cupación por "lo social” es un signo de nuestra época. las expresiones "desarro­ llo social" y/o "bienestar social” se han impuesto, pero la incertidumbre sigue ro­ deando el alcance de las mismas. A todo esto debemos añadir que es­ tos términos son utilizados frecuente­ mente como “expresiones de relleno”, con variedad de significados y llenos de connotaciones circunstanciales; su im ­ precisión permite que cada uno lo utilice a sus anchas y con un contenido bastante vago. Con ello se evidencia, por un lado, la superficialidad de muchos pretendidos análisis y, por otro, las formulaciones que, en lugar de clarificar la problemáti­ ca del llamado "desarrollo social", arras­ tran a un confusionismo que sólo puede impresionar a quienes se deleitan con una retórica populista o seudoacadémica que pretende dar un halo de altmismo a sus formulaciones políticas. Ceñidos a analizar la expresión "de­ sarrollo social", es posible constatar des­ de un uso totalmente amplio con el que se alude a un proceso de desenvolvimien­ to de las sociedades visto desde la pers­ pectiva del progreso humano, hasta signi­ ficados puntuales que reducen el desarro­ llo social a las acciones de tipo asisten­ cialista expresadas en la preocupación por los factores residuales o patológicos de la sociedad. Entre esas dos conceptua- liz.aciones extremas, existe una diversi­ dad de enfoques y contenidos tan amplia que, cuando se utiliza la expresión “desa­ rrollo social — o los que hemos denomi- nadt) conceptos asociados— , podemos estar tratando cuestiones diferentes, o bien los mismos problemas pero enfoca­ dos desde distintas perspectivas. No obstante esta diferente concep- tualización y la gran libertad en el em­ pleo de estos términos, es posible hacer un balance de la variedad de significados t|ue se les da. Además, puede afirmarse que se está perfilando un acuerdo m íni­ mamente admitido sobre el alcance de estas expresiones. En nuestro balance de los significados de la expresión, exclui­ mos el empleo t|ue se hace del término "desarrollo social” como equivalente a desarrollo de la sociedad, a proceso so­ cial o a proceso de transformación de la sociedad, puesto que, si bien puede ser legítimo tal uso — como en efecto lo ha sido desde mediados del siglo X IX— , no alude a ningún fenómeno o aspecto espe­ cífico de la problemática del desarrollo, o de la política social, en cuyo contexto empleamos ahora el vocablo. a) En ciertas circunstancias, al hablar de desarrollo social, o más precisamente de efectos sociales del desarrollo, se está haciendo diferencia a los subproductos indeseables del desarrollo económico, como son ciertos impactos de la indus­ trialización y de la urbanización en una sociedad de transición, rasgos de anomia en el sistema social, ritualismo, conflic­ tos de pautas de comportamiento, orien­ taciones valorativas contrapuestas; en su­ ma; problemas de desorganización social en una fase transicional de la sociedad. b) Emparentada con la posición ante­ rior, estaría toda la corriente funcionalis- ta, que centra el problema en las implica­ ciones sociales de los cambios tecnológi­ cos y económicos en los diferentes nive­ les de la realidad social y en los distintos aspectos estructurales del sistema social. Según esta concepción, la planificación

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