Sistemas operativos modernos
una alternativa popular a Windows, para estudiantes y cada vez más para usuarios corporati vos. (Cabe señalar que en todo este libro usaremos el término “Pentium” para referimos al Pentium I, II, III y 4.) Aunque muchos usuarios de UNIX, sobre todo programadores experimentados, prefieren una interfaz basada en comandos que una GUI, casi todos los sistemas UNIX reconocen un sistema de ventanas llamado X Windows producido en el MIT. Este sistema se encarga de la administración básica de ventanas y permite a los usuarios crear, borrar, trasladar y redimen- sionar ventanas con un ratón. En muchos casos se cuenta con una GUI completa, como Mo- tif, que opera encima del sistema X Windows para conferir a UNIX un aspecto y manejo parecidos a Macintosh o Microsoft Windows, para aquellos usuarios de UNIX que lo deseen. Una tendencia interesante que surgió a mediados de la década de 1980 es el crecimiento de las redes de computadoras personales que ejecutan sistemas operativos de red y sistemas operativos distribuidos (Tanenbaum y Van Steen, 2002). En un sistema operativo de red, los usuarios están conscientes de la existencia de múltiples computadoras y pueden iniciar una se sión en máquinas remotas y copiar archivos de una máquina a otra. Cada máquina ejecuta su propio sistema operativo local y tiene su propio usuario local (o usuarios). Los sistemas operativos de red no son distintos en lo fundamental de los diseñados para un solo procesador. Por supuesto, necesitan una controladora de interfaz de red y cierto soft ware de bajo nivel para operar, así como programas para iniciar la sesión y tener acceso a ar chivos en una máquina remota, pero estas adiciones no alteran la naturaleza fundamental del sistema operativo. En contraste, un sistema operativo distribuido se presenta a los usuarios como un sistema uniprocesador tradicional, aunque en realidad se compone de múltiples procesadores. Los usuarios no deben preocupare por saber dónde se están ejecutando sus programas o dónde es tán almacenados sus archivos; de eso debe encargarse el sistema operativo en forma automá tica y eficiente. Los verdaderos sistemas operativos distribuidos requieren algo más que añadir un poco de código a un sistema operativo uniprocesador, porque los sistemas distribuidos y centralizados presentan diferencias cruciales. Por ejemplo, a menudo permiten que las aplicaciones se eje cuten en varios procesadores al mismo tiempo, lo que requiere algoritmos de calendarización del procesador más complejos a fin de optimizar el grado de paralelismo. Los retrasos de comunicación en la red a menudo implican que estos algoritmos (y otros) deben ejecutarse con información incompleta, caduca o incluso incorrecta. Esta situación es radicalmente distinta de un sistema con un solo procesador, donde el sistema operativo cuen ta con información completa acerca del estado del sistema. 1.2.5 La ontogenia recapitula la filogenia Después de publicarse el libro de Charles Darwin, El origen de las especies, el zoólogo ale mán Emst Haeckel dijo que “la ontogenia recapitula la filogenia”. Con esto quiso decir que el desarrollo de un embrión (ontogenia) repite (es decir, recapitula) la evolución de la especie (fi
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