Sistemas operativos modernos

ocho bits por píxel para cada uno de los colores RGB, lo que da 16 millones de colores. Esto es suficiente; el ojo humano ni siquiera puede disfinguir esta canfidad de colores, mucho me­ nos una cantidad mayor. Para producir movimiento continuo, el vídeo digital, al igual que el analógico, debe exhibir al menos 25 cuadros/s. Sin embargo, puesto que los monitores de buena calidad para compu­ tadora suelen barrer la pantalla a partir de imágenes almacenadas en la RAM de vídeo, a razón de 75 veces por segundo o más, no se necesita el entrelazado. Por ello, todos los monitores de computadora utilizan barrido progresivo. Basta con redibujar el mismo cuadro tres veces se­ guidas para eliminar el parpadeo. En otras palabras, la suavidad del movimiento depende del número de imágenes distintas por segundo, mientras que el parpadeo depende del número de veces que la pantalla se dibuja cada segundo. Estos dos parámetros son distintos. Una imagen fija pintada a razón de 20 cua­ dros/s no tendrá movimiento irregular, pero sí parpadeará porque un cuadro se desvanecerá de la refina antes de que aparezca el siguiente. Una película con 20 cuadros distintos por segun­ do, cada uno de los cuales se pinta cuatro veces seguidas a 80 Hz, no parpadeará, pero el mo­ vimiento será irregular. La importancia de estos dos parámetros se hace evidente si consideramos el ancho de ban­ da requerido para transmitir vídeo digital por una red. Todos los monitores de computadora ac­ tuales utilizan la relación de aspecto 4:3 para poder usar cinescopios de bajo costo producidos en masa y diseñados para el mercado de los televisores de consumo. Las configuraciones más comunes son 640 x 480 (VGA), 800 x 600 (SVGA) y 1024 x 768 (XGA). Una pantalla XGA con 24 bits por píxel y 25 cuadros/s debe alimentarse a 472 Mbps. No resulta atractivo aumen­ tar al doble esta tasa para evitar el parpadeo. Una mejor solución es transmifir 25 cuadros/s y hacer que la computadora los almacene y los pinte dos veces. La televisión abierta no ufifiza esta estrategia porque los televisores no tienen memoria y, de todos modos, las señales analó­ gicas no pueden almacenarse en RAM sin convertirlas primero en una forma digital, lo cual re­ quiere hardware extra. Por consiguiente, se requiere entrelazado para la televisión abierta pero no para el vídeo digital. 7.3 COMPRESION DE VIDEO A estas alturas es obvio que debe descartarse cualquier intención de manipular material mulfi­ media en forma no comprimida: ocupa demasiado espacio. La única esperanza es que pueda efectuarse una compresión masiva. Por fortuna, numerosas invesfigaciones en las últimas dé­ cadas han llevado a muchas técnicas y algoritmos de compresión que hacen factible la trans­ misión mulfimedia. En esta sección estudiaremos algunos métodos para comprimir datos mulfimedia, en especial imágenes. Se dan más pormenores en Fluckiger (1995) y en Steinmetz y Nahrstedt (1995). Todos los sistemas de compresión requieren dos algoritmos: uno para comprimir los datos en el origen y otro para descomprimirlos en el desfino. En los textos sobre la materia, se cono­ cen como algoritmos de codifícación y de decodificación, respecfivamente. También usaremos aquí esa terminología.

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