Sistemas operativos modernos

PDP-7 era diminuta, el sistema de Thompson funcionó y pudo apoyar su labor de desarrollo. Por ello, otro de los investigadores de Bell Labs, Brian Kemighan, lo llamó en broma UNICS (Ser- vicio de Información y Cómputo Uniplexado; UNiplexed Information and Computing Servi­ ce). A pesar de que la palabra “unics” sonaba parecido a la palabra “eunuchs” (eunucos), y de que no había faltado quien sugiriera que UNICS era un MULTICS castrado, el nombre pegó, aunque después se cambió su ortografía a UNIX. 10.1.2 UNIX de PDP-11 La labor de Thompson impresionó tanto a sus colegas de Bell Labs que pronto se le unió Den­ nis Ritchie, y después todo su departamento. Por esas fechas se presentaron dos avances im­ portantes. El primero fue que UNIX se pasó de la obsoleta PDP-7 a la mucho más moderna PDP-11/20, y más adelante a la PDP-11/45 y a la PDP-11/70. Estas últimas dos máquinas do­ minaron el mundo de las minicomputadoras durante gran parte de los años setenta. La PDP-11/45 y la PDP-11/70 eran potentes máquinas con memorias físicas grandes para su épo­ ca (256 KB y 2 MB, respectivamente). Además, tenían hardware de protección de memoria, lo que hacía posible atender a múltiples usuarios al mismo tiempo. Sin embargo, ambas eran má­ quinas de 16 bits que limitaban los procesos individuales a 64 KB de espacio de instrucciones y 64 KB de espacio de datos, aunque la máquina tuviera mucha más memoria física. El segundo avance se relaciona con el lenguaje en que se había escrito UNIX. Para esas fe­ chas se estaba haciendo dolorosamente obvio que no era nada divertido tener que rescribir to­ do el sistema para cada nueva máquina, por lo que Thompson decidió rescribir UNIX en un lenguaje de alto nivel diseñado por él mismo, llamado B. Éste era una forma simplificada de BCPL (que a su vez era una forma simplificada de CPL, el cual, al igual que PL/I, nunca fun­ cionó). Debido a carencias de B, sobre todo a la falta de estructuras, este intento fue infructuo­ so. Después, Ritchie diseñó un sucesor de B, llamado (por supuesto) C, y escribió un compilador excelente para él. Juntos, Thompson y Ritchie rescribieron UNIX en C, el cual fue el lenguaje correcto en el momento oportuno, y ha dominado la programación de sistemas des­ de entonces. En 1974, Ritchie y Thompson publicaron un artículo crucial acerca de UNIX (Ritchie y Thompson, 1974). Por los trabajos descritos en ese artículo después recibieron el prestigioso Premio Turing de la ACM (Ritchie, 1984; Thompson, 1984). La publicación de este trabajo animó a muchas universidades a pedir a Bell Labs una copia de UNIX. Puesto que la compa­ ñía matriz de Bell Labs, AT&T, era entonces un monopolio regulado y no se le permitía estar en el negocio de las computadoras, no tuvo objeción para ceder UNIX bajo licencia a las uni­ versidades, a cambio de una modesta cuota. En una de esas coincidencias que a menudo dan forma a la historia, la PDP-11 era la compu­ tadora preferida en casi todos los departamentos universitarios de ciencias de la computación, y tanto profesores como estudiantes por lo general consideraban que los sistemas operativos que venían con la PDP-11 eran horribles. UNIX pronto llenó el vacío, y una razón importante fue que se suministraba con el código fuente completo, así que le podían “meter mano” en for­ ma continua, y lo hicieron. Se organizaron numerosas reuniones científicas en torno a UNIX,

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