Técnicas del automóvil motores

los segmentos, su función primordial es la de evacuar el calor del pistón hacia las paredes del cilindro y proteger la película de aceite que se interpone entre estos dos órganos. El aceite depositado en las paredes del cilindro llega allí como consecuencia de las salpica­ duras propias del movimiento de rotación del cigüeñal y la cabeza de biela. En las carreras des­ cendentes, los segmentos rascan de las paredes del cilindro la mayor parte del aceite depositado, dejando una mínima cantidad, suficiente, no obstante, para asegurar el engrase y evitar que el rozamiento entre el pistón y el cilindro se produzca en seco. Los segmentos son unos aros metálicos que se montan en la cabeza del pistón (Fig. 4.25), gene­ ralmente en número de tres, alojados en gargantas apropiadas. Se caracterizan por su diámetro exterior, su espesor radial (que detemiina la presión radial sobre la pared del cilindro y su elastici­ dad), la altura axial y la forma, así como el corte, que puede ser recto o biselado. Estando libre el segmento (no montado en el cilindro) su diámetro exterior es mayor que el del cilindro, sobre el cual (estando montado), presenta una discontinuidad o corte vertical de algunos milímetros de longitud, que confiere al segmento una notable elasticidad, gracias a la cual se ejerce contra las paredes del cilindro una presión suficiente y uniforme sobre toda su periferia, que asegura la es- tanqueidad de la cámara de combustión. Figura 4.25 Los segmentos se fabrican de fundición gris de grano fino, material éste que les confiere una buena elasticidad y adecuada dureza, o bien de fundición centrifugada o de acero, procediendo en ocasiones a recubrirlos con un baño de cromo o molibdeno, que alarga su duración y dismi­ nuye el desgaste de las paredes del cilindro. Este tipo de materiales soporta con facilidad las altas temperaturas y presiones, conservando su elasticidad. Además, resulta autolubricante debi­ do a un contenido de grafito que se utiliza en su fabricación en pequeñas proporciones. Para mejorar sus características frente al rozamiento al que están sometidos, se les suele dar un trata­ miento de fosfatación, con el que se forma una capa porosa que se impregna de aceite y mejora las condiciones de funcionamiento, reduciendo el rozamiento. Según la misión que realizan pueden distinguirse dos clases de segmentos: los de compresión y los de engrase. Los primeros realizan la estanqueidad entre el pistón y las paredes del cilindro, mientras los segundos evitan que en las paredes del mismo quede depositada una cantidad exce­ siva de aceite. Unos y otros se montan adecuadamente en las gargantas practicadas en la cabeza del pistón, por encima del bulón, de manera que exista un huelgo entre el segmento y su caja que impida el agarrotamiento producido por las dilataciones del pistón, con el que se dificultaría un buen ftincionamiento. En este huelgo queda interpuesta una película de aceite, que asegura la estanqueidad con el motor ya en funcionamiento. Con el motor frío, el segmento presenta una cierta separación entre sus puntas que permite la dilatación del mismo a medida que se va calentando durante el funcionamiento del motor, adaptándose perfectamente a las paredes del cilindro en todas las condiciones. El desgaste que se produce con el uso aumenta esta separación, sin que por ello se pierda estanqueidad, gracias a la elasticidad del segmento.

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