Técnicas del automóvil motores

Figura 4.30 Figura 4.31 Los semicojinetes de biela están constituidos por unos semianillos de acero, recubiertos en su cara interna de dos o tres capas finas de material antifricción, formado por una composición especial a base de aluminio, plomo, estaño y antimonio, con algo de níquel y cromo, que pro­ porciona un roce suave y evita el desgaste excesivo del codo del cigüeñal, al cual abraza. Al mismo tiempo, si se calienta en exceso a causa de una falta de engrase, se produce su fusión, quedando holgado el montaje de la biela al codo, notándose por los ruidos que se producen con el motor en marcha. En este caso se dice que la biela está “fundida”. Otras veces el cojinete está recubierto por una aleación de cobre y plomo, llamada comúnmente metal rosa. Estas especiales características de construcción de los cojinetes les confieren una notable elasticidad que les permite adaptarse perfectamente a su alojamiento en la cabeza de biela. Cualquiera que sea el tipo de cojinete empleado, es evidente que necesita una adecuada lubrica­ ción para su correcto funcionamiento, para lo cual van provistos de canales o ranuras longitudina­ les que facilitan el engrase. El aceite se hace llegar a ellos a presión a través del mismo codo del cigüeñal (como ya se verá) y se extiende por toda la superficie de contacto entre el cojinete y el codo del cigüeñal, formando una fina capa interpuesta entre ambos, que se renueva continuamente y se vierte por los costados. En ocasiones se le da al aceite de engrase una salida orientada por medio de un taladro, que coincide con otro practicado en la cabeza de biela (Fig. 4.32) en cierta posición del recorrido. De esta forma, con el giro del cigüeñal, el aceite que sale por este taladro salpica las paredes del cilindro produciendo su engrase. Para que las salpicaduras sean efectivas, el orificio debe quedar orientado del lado por donde sube la biela, en el montaje de ésta. Figura 4.32

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