Técnicas del automóvil motores

También debe comprobarse el paralelismo entre los ejes del pie y cabeza de la biela, para lo cual se montará el bulón en la biela, instalando ésta en una máquina apropiada, como muestra la Figura 6.37, en la que las láminas extensibles del eje 5 centran la cabeza. Apoyando la escuadra 1 en el bulón 3 puede verse si acopla perfectamente con el plano 2. En caso de observar luz en el acoplamiento, indica que la biela 4 está torcida y deberá ser sustituida. Figura 6.37 En los detalles de la derecha de la figura se muestra el proceso de verificación utilizando láminas calibradas, que se introducen en los puntos señalados para conocer la magnitud de la deformación y el sentido de la misma. Cualquier deformación implica la sustitución de la biela, debiendo tener en cuenta que el peso de la nueva, con respecto a las demás, debe estar dentro de las tolerancias establecidas. 6.6 VERIFICACION DEL CIGÜEÑAL El giro del cigüeñal sobre sus cojinetes de apoyo en la bancada y de las cabezas de bielas en las muñequillas produce un desgaste, que si llega a ser excesivo, obliga a cambiar los cojinetes. En algunas ocasiones, el rozamiento es causa de deformaciones en los apoyos de bancada o en las muñequillas y entonces es necesario rectificar el cigüeñal, colocando a continuación unos cojinetes nuevos, debidamente minorados. El rectificado debe hacerse con el menor arrancamiento posible de material, para que la superfi­ cie de apoyo del cojinete no disminuya demasiado, pues a medida que se reduce, aumenta la pre­ sión unitaria. Por esta causa no debe sobrepasarse una disminución de 1 mm en diámetro. A partir de este valor, es necesario sustituir el cigüeñal, aunque en muchos motores actuales no se permite la operación de rectificado del cigüeñal. También los cigüeñales se deforman longitudinalmente (arqueándose) con los esfiaerzos a los que están sometidos, que les son transmitidos por las bielas durante el ftincionamiento y, por esta causa, es necesario verificar el alineamiento de apoyos y muñequillas y el equilibrado del conjunto. En una primera inspección, precedida de una escrupulosa limpieza, se comprobará que no exis­ ten grietas, hendiduras ni resaltes de ninguna clase en las superficies de apoyo ni en las muñequi­ llas. Seguidamente se verificará el desgaste de los mismos con la ayuda de un micrómetro, como muestra la Figura 6.38. Se medirá el diámetro de cada una de las muñequillas y cada apoyo de bancada, por lo menos en dos posiciones perpendiculares, y en ambos extremos, tratando de en­ contrar la mayor y menor medida, que nos dará el grado de desgaste. Si se encuentran valores de

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