Técnicas del automóvil motores

tica 1 (Fig. 6.41), cuya punta del palpador se aplica al extremo del cigüeñal, en la misma cara plana de su extremo 2. Con la ayuda de un destornillador 3, se llevará el cigüeñal axialmente hacia el extremo opuesto al comparador, hasta el tope del recorrido, poniendo a cero la escala del reloj inmediatamente después. Seguidamente se moverá el cigüeñal en sentido contrario y el comparador nos dará la medida del huelgo existente. Si fuera necesaria su corrección, se susti­ tuirá el cojinete axial por otro de sobremedida o submedida adecuada. En el detalle de la figura se muestra el emplazamiento de este cojinete y su posición de montaje, con las ranuras de en­ grase R hacia el exterior. Su espesor puede medirse con un micrómetro. Figura 6.41 Las posibles deformaciones de un cigüeñal pueden ser verificadas realizando un control de alineamiento de sus apoyos y muñequillas. Se dispondrá para ello de una superficie plana sobre la que se coloca el cigüeñal apoyado por sus extremos en sendos soportes en uve (Fig. 6.42). Con la ayuda de un reloj comparador, cuyo palpador se aplicará sucesivamente a cada uno de los apoyos y muñequillas, puede determinarse el desalineado existente entre ellos, para distintas posiciones de giro del cigüeñal. Las diferencias de valores encontrados no deben sobrepasar en ningún caso los 0,05 mm, tanto para los codos como para las muñequillas. Mayores valores implican la sustitución del cigüeñal. Figura 6.42 Una vez efectuada esta operación deberá controlarse el equilibrado del cigüeñal con el volan­ te de inercia montado sobre él, e incluso con el mecanismo de embrague acoplado. Los soportes en uve de la verificación anterior son sustituidos ahora por soportes horizontales sobre los que apoya el cigüeñal. Haciéndolo rodar sobre ellos, debe permanecer en equilibrio en cualquier posición que se deje. Los desequilibrios son corregidos quitando material de los contrapesos por medio de vaciados, o añadiendo mástico en las zonas de menor peso.