Técnicas del automóvil motores

Por lo que se refiere a los taqués hidráulicos, deberá comprobarse el funcionamiento del con­ junto ensamblado como muestra la Figura 6.69. Presionando en ambos extremos debe sentirse la oposición a introducirse una parte del mismo en la otra. Si hay desplazamiento, el taqué es de­ fectuoso (ftiga de aceite) y debe ser sustituido. Estando montado en su alojamiento y posiciona- da la leva del árbol como muestra la figura, al empujar el taqué con una cuña de madera o plástico, no debe hundirse más del límite establecido, que generalmente está establecido en 0,2 mm. Esta última prueba debe realizarse después que el motor haya estado en funcionamien­ to durante algunos minutos. Figura 6.69 Es necesario resaltar que en el desmontaje de los taqués, cualquiera que sea su tipo, es con­ veniente marcar las posiciones que ocupan en el bloque motor, a fin de no intercambiarlos en el montaje, pues cada uno de ellos tiene hecho ya su propio asiento en el correspondiente aloja­ miento. La misma norma debe seguirse con los empujadores y balancines. En los balancines deben inspeccionarse las superficies de contacto con la válvula y el empu- jador (Figura 6.70), que no deben presentar desgastes excesivos ni asperezas. Igualmente se comprobará que los orificios 1 de sa ida del aceite de engrase no estén obstruidos y que el tomi­ llo de reglaje y contratuerca se encuentren en perfecto estado. Figura 6.70 El huelgo existente entre el balancín y su eje en el montaje de ambos no debe sobrepasar los 0,1 mm. Si fuese mayor es preciso sustituir los balancines defectuosos o el eje. La tolerancia de montaje suele estar comprendida entre 0,02 y 0,05 mm. En caso necesario se verificará el des­ gaste del eje de balancines con un micrómetro y las posibles deformaciones del mismo hacién­ dolo rodar sobre un mármol de ajuste. Por cuanto a los empujadores se refiere, no deberán presentar deformaciones de ningún tipo y las superficies esféricas de acoplamiento entre empujador, taqué y balancín estarán en perfec­ tas condiciones, sin trazas de desgastes excesivos o asperezas. En caso contrario es conveniente sustituirlas. Una forma de verificar las posibles deformaciones consiste en hacerlos rodar sobre la superficie de un mármol de ajuste, en una de sus esquinas, para salvar los ensanchamientos de los extremos del empujador.

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