Técnicas del automóvil motores

En estos casos, se procederá a medir el huelgo existente en cada una de las válvulas (interca­ lando la galga entre la leva y el taqué), para desmontar posterionnente el árbol de levas y proce­ der a la sustitución de las pastillas calibradas, por otras de la medida adecuada. La figura mues­ tra el emplazamiento de las pastillas sobre el taqué de mando. Estas pastillas son las que deben sustituirse cuando se haya medido un reglaje incorrecto. Por ejemplo, si se ha medido un huelgo de 0,30 mm en una determinada válvula y debe reglarse a un valor de 0,20 mm, la pastilla debe ser sustituida por otra cuyo espesor sea de 0,10 mm superior a la desmontada. En los motores con taqués hidráulicos, la operación de reglaje no es necesaria, ya que el huelgo queda absorbido por el sistema hidráulico en cuanto es puesto en marcha el motor. En estos sistemas resulta conveniente verificar que con el motor parado, al empujar el taqué 2 (Fig. 6.74) con el útil 1, queda un huelgo entre el taqué y la leva de 0,1 mm. Si este huelgo es excesi­ vo resulta necesario cambiar el taqué. Figura 6.74 6.12 VERIFICACION Y PUESTA A PUNTO DE LA DISTRIBUCION Poner a punto un sistema de distribución consiste en acoplar el árbol de levas con el cigüe­ ñal, de manera que las aperturas y cierres de las válvulas se produzcan en los momentos adecua­ dos, con relación a las posiciones del pistón en el interior del cilindro. Un perfecto sincronismo en el giro del árbol de levas con respecto al cigüeñal, solamente se logra si los elementos de transmisión están en perfecto estado y debidamente acoplados. Desgastes acusados de los piño­ nes, cadena o correa dentada y su correspondiente tensor generan desfases del diagrama de la distribución, que a su vez causan pérdidas de potencia del motor. En las intervenciones que se realicen en el sistema de distribución, que impliquen desmonta­ jes de componentes del mismo, deberán marcarse convenientemente las posiciones de engrane de los piñones y la cadena o correa de arrastre, para volverlos a montar después en su misma posición. En todos los casos se inspeccionará el estado de desgaste de piñones y cadena, que se manifiesta en los primeros por un afilado de la cresta de los dientes, y en la segunda por huellas con escalón en los rodillos. Por lo que atañe a las correas dentadas, deberá comprobarse que no estén agrietadas, deshilachadas, o impregnadas de aceite, debiendo sustituirlas cuando presenten alguno de estos defectos, o bien cuando sea recomendado por el fabricante por kilometraje de uso, estableciéndose generalmente la sustitución cada 130.000 Km. El tensor de la cadena o la correa de distribución debe ser revisado en todas las intervencio­ nes y sustituido junto con la cadena o correa, aunque aparentemente no presente defectos. La revisión consiste en observar si existen desgastes, roturas, o cualquier otra anomalía. Cuando se trate de rodillos, se comprobará que ruedan sin dificultad y no presentan holgura lateral entre sus pistas y las bolas del rodamiento.

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