Técnicas del automóvil motores

En esta disposición es preciso acoplar en el orificio de la bujía de los dos primeros cilindros los correspondientes útiles 1, que fijan la posición de los pistones respectivos e inmovilizan el cigüeñal. Por medio de los útiles 2 se inmovilizan los árboles de levas en la posición de sincro­ nismo y, después, puede montarse ya la correa dentada haciendo coincidir sus marcas con las de los piñones. En otros sistemas se especifica por parte del fabricante que, con anterioridad al desmontaje de la correa de distribución, se inmovilicen tanto los piñones de los árboles de levas, como el cigüeñal, por medio de bulones, que enclavan dichos piñones en una posición única que deter­ mina el sincronismo. Para ello, antes de desmontar la correa se gira a mano el cigüeñal hasta hacer coincidir las marcas de los piñones con sus referencias fijas, procediendo a continuación a efectuar el enclavamiento de los mismos. La Figura 6.79 muestra la disposición de marcas y bulones de enclavamiento en otro motor, destacándose en los detalles las zonas de inserción de los bulones en árbol de levas y cigüeñal. Figura 6.79 Dadas las especiales características estructurales de las correas dentadas de la distribución, y las condiciones de funcionamiento que soportan, es preciso que su tensión de funcionamiento sea la apropiada. Una tensión excesiva puede provocar un desgaste prematuro e incluso la rotu­ ra, mientras que una tensión insuficiente produce fuertes pandeos con posibilidad de salto de un diente, que conlleva la rotura de algún componente de la distribución o del propio motor. Por estas razones, los fabricantes aconsejan que el tensado de la correa sea efectuado con los útiles apropiados. El tensado de la correa se realiza actuando sobre el rodillo tensor, que se fija al bloque motor en un montaje basculante y excéntrico que permite aplicarlo a la correa ejerciendo una cierta presión sobre ella, que es función del basculamiento al que se le someta. En la Figura 6.80 se muestra un proceso de tensado, en el que se aplica el rodillo contra la cara externa de la correa por medio de una palanca, hasta obtener el tensado requerido, y luego se fija la posición del tensor apretando el tomillo de fijación correspondiente. En otros casos, el rodillo dispone de unas marcas que han de hacerse coincidir para obtener el tensado correcto, como muestra el detalle de la derecha en la figura, y otras veces se emplea un tensor dinámico, en el que el rodi­ llo tensor es presionado por un muelle tarado, que lo aplica contra la correa con un esfuerzo constante, que se mantiene permanentemente cualquiera que sea el estiramiento de la correa.

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