Técnicas del automóvil motores

una acción de bombeo del aceite (detalle C), como consecuencia de la cual aparece una presión en la película, que empuja al apoyo hacia el centro, quedando soportada la carga por e aceite (lubricación fluida). Es evidente, pues, que las condiciones de lubricación del motor durante el arranque son poco favorables, por cuya causa no es conveniente que la carga a que se le somete en estas circuns­ tancias sea acusada. En estos instantes es cuando se producen los máximos desgastes. Figura 7.3 En el rozamiento del pistón contra la pared del cilindro, o el de los taqués, vástagos de válvu­ la, etc., la lubricación es del tipo límite, y está confiada a la calidad del aceite, ya que aquí no se genera presión en la película. De ahí la importancia que tiene el acabado logrado en estas superfi­ cies, que en el caso de los cilindros se logra con el bruñido de sus paredes, operación con la cual se generan una serie de estrías entrelazadas, como ya hemos explicado, capaces de retener las partícu­ las del aceite que se deposita en las paredes, garantizando una lubricación suficiente. 7.2 CARACTERISTICAS DE LOS LUBRICANTES Puede definirse como lubricante cualquier producto que, interpuesto entre dos superficies en movimiento relativo, reduce el coeficiente de rozamiento entre ellas. El lubricante utilizado en los motores es el aceite, y debe cumplir unos requisitos de calidad tales que se impida la forma­ ción de lodos, gomas y barnices, así como de espuma, al tiempo que se mantenga un índice de viscosidad relativamente estable dentro de amplios márgenes de temperatura, impidiendo la oxidación y corrosión de los elementos en contacto. Dado que la película de lubricante va a estar sometida en el funcionamiento del motor a ele­ vadas temperaturas y presiones, se comprende que la calidad del mismo ha de ser tal, que no se queme ni rompa la película, lo que se consigue utilizando aceites minerales. Estos aceites se extraen del petróleo bruto, destilándole a más de 360 “C, y están constituidos por una mezcla de hidrocarburos. Para su utilización en los motores deben ser “refinados”, operación ésta que con­ siste en eliminar las sustancias asfálticas y ácidas. Durante la operación se le añaden aditivos que mejoran sus propiedades. Por su naturaleza o procedencia, los aceites pueden ser: Aromáticos, nafténicos o parafíni- cos. Los primeros tienen un bajo índice de viscosidad y escasa resistencia a la corrosión, por lo que son muy poco utilizados. Los nafténicos no presentan estos inconvenientes y son más utili­ zados, pero los que se emplean con mayor proftisión son los de origen parafinico, en cuya com­ posición predominan los hidrocarburos alifáticos (CnHan + 2), que presentan un elevado índice de viscosidad, con alto punto de congelación y baja volatilidad. Este tipo de aceite, como cual­ quier otro, es una mezcla de hidrocarburos, que contiene entre un 60 y un 70% de hidrocarburos parafínicos, el 20 o 30% nafténicos y el 5 o 10% aromáticos. Los aceites minerales puros de base nafténica o parafínica pueden ser utilizados en los moto­ res que trabajan en condiciones poco severas, conservando sus propiedades lubricantes durante un funcionamiento normal; pero cuando se endurecen las condiciones de trabajo del motor, es preciso añadir compuestos químicos para mejorar la calidad del lubricante.

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