Técnicas del automóvil motores

Durante la combustión, el azufre contenido en el combustible se combina con el oxigeno del aire para formar distintos óxidos de azufre, los cuales se eliminan generalmente por el escape; pero una parte de ellos se filtra a través de los segmentos y las paredes del cilindro, pasando al cárter superior, juntamente con el vapor de agua generado también en la combustión. El trióxido de azufre se combina aquí con el vapor de agua para formar ácido sulfúrico, mientras que los otros compuestos de azufre (no trióxidos), se combinan también con el vapor de agua formán­ dose ácidos menos corrosivos. Estos ácidos atacan a las superficies pulimentadas del cilindro y se concentran en las superficies metálicas más frías del cárter superior, produciendo en ellas una corrosión. Los aditivos alcalinos añadidos al aceite permiten neutralizar la formación de estos ácidos, evitando así el ataque químico de los metales y su corrosión. Inhibidores de la oxidación (antioxidantes) Cuando el aceite mineral se calienta y se agita, con presencia de aire, se oxida, lo que produce la ruptura de sus partículas dando lugar a sustancias contaminantes muy activas. Así se forman los llamados barnices o gomas, constituidos por sustancias asfálticas, alquitranosas, pez y resina, que tienen propiedades corrosivas y pueden llegar a obturar las canalizaciones de circulación del aceite. La oxidación se produce por contacto del oxígeno del aire con las moléculas de carbono e hidrógeno del aceite (sobre todo con altas temperaturas), que posteriormente, en recombinación con otros aditivos forman las sustancias gomosas anteriormente mencionadas, las cuales, debido a su naturaleza ácida producen corrosión de los metales en contacto con ellas. Las condiciones óptimas para que se produzca la oxidación del aceite se dan en el cárter de un motor en marcha y, para reducir esta tendencia, se añaden al aceite aditivos que se conocen como inhibidores de la oxidación o antioxidantes. Aditivos contra el desgaste Ciertos componentes del motor, en condiciones de ftincionamiento normales, están someti­ dos a una presión de contacto sumamente elevada, que produce una acción de secado de la pelí­ cula de aceite, permitiéndose así el contacto de metal con metal. Con el fin de que las moléculas resistan el aplastamiento, es necesario que la fuerza de cohesión sea muy elevada y no disminu­ ya por efecto de la temperatura. Para prevenir daños se incorporan al aceite aditivos contra el desgaste, o de extrema presión (EP), como el difosfato de zinc, que reaccionan químicamente con las superficies metálicas para formar películas muy finas, que son resbaladizas y extrema­ damente resistentes. Estas películas previenen el contacto de metal con metal en los momentos en que se ha destruido la película de aceite. Aditivos antiespuma El giro del cigüeñal en el funcionamiento del motor produce salpicaduras de aceite, como es conocido, lo que unido a la acción secundaria de algunos aditivos, puede hacer que se forme espuma. Si esto sucede, se produce una lubricación ineficaz y una pérdida de aceite por el tapón de llenado, el sistema de ventilación del cárter o el orificio de la varilla medidora de nivel. La tendencia a la formación de espuma se previene mediante la adición de elementos antiespuma o inhibidores de la formación de espuma. 7.3 CLASIFICACION DE LOS ACEITES Existen dos aspectos importantes a considerar en la selección de un aceite lubricante. El pri­ mero es la viscosidad, que determina el “cuerpo” o espesor del aceite y, el segundo, la concen­ tración y el contenido de aditivos, que determina si el aceite es adecuado para utilizarlo bajo ciertas condiciones de funcionamiento. De todo ello se deducen dos clases de clasificación del aceite: en función de la viscosidad y en fiinción de la utilización.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjI4NDcx