Técnicas del automóvil motores

(colector de admisión, caja de mariposa, filtro de gasóleo, etc.) y en otros enfriar (refrigerador de aceite, turbocompresor, etc.). La totalidad de los vehículos actuales disponen de un sistema de climatización del interior del habitáculo, que utiliza el sistema de refrigeración del motor para aportar el calor necesario. El líquido refrigerante se hace circular por un pequeño radiador instalado en el interior del vehí­ culo, por el que a su vez se establece una corriente de aire provocada por un pequeño ventilador o por la marcha del vehículo. El aire se calienta a su paso por el pequeño radiador y después es canalizado hacia el habitáculo para calentarlo. La Figura 8.30 muestra un circuito de refrigeración básico, donde puede verse la disposición de los circuitos auxiliares. Desde la culata, antes del termostato 3, el líquido refrigerante pasa a los colectores de admisión, saliendo de aquí hacia el lado de aspiración de la bomba de agua 1. También desde el termostato sale hacia el radiador del calefactor 2, para regresar a la aspiración de la bomba, que lo impulsa hacia las camisas de agua y, a través del termostato, cuando se abre, al radiador, del que es aspirado nuevamente por la bomba, como muestran las flechas. Figura 8.30 Estos circuitos auxiliares están conectados en paralelo con el radiador principal, entre la im­ pulsión y la aspiración de la bomba de agua, sin pasar por el termostato, de manera que el líqui­ do refrigerante circula por ellos permanentemente. Con ello se logra un calentamiento rápido de los órganos a los que abastece, después del arranque del motor. Esta configuración se aplica frecuentemente a motores de pequeña y mediana cilindrada, mientras que para los de grandes cilindradas y los Diesel suele utilizarse una disposición como la representada esquemáticamente en la Figura 8.31, con el termostato emplazado en el conducto de retomo de líquido desde el radiador al motor, que aporta una mayor precisión en la regulación de la temperatura.