Técnicas del automóvil motores

c a p í t u l o 9 Combustibles para motores. Combustión 9.1 LOS COMBUSTIBLES. GENERALIDADES Los combustibles para motores de combustión interna son materias cuya energía química puede transformarse en calor y a continuación en trabajo mecánico en el motor. Pueden clasifi­ carse en sólidos, líquidos y gaseosos. Los sólidos no tienen aplicación práctica en el campo de la automoción, y solamente transformándolos en gaseosos se evitan los graves inconvenientes de su utilización, como el desgaste y corrosión de los cilindros a causa de las cenizas que se produ­ cen en su combustión y que no pueden ser eliminadas totalmente. La transformación se leva a cabo en aparatos llamados gasógenos y pueden ser sometidos a este tratamiento la leña, el carbón vegetal, la antracita, etc. Los combustibles gaseosos pueden ser naturales, o bien obtenidos de la gasificación de los sólidos. Para su utilización deben ser encerrados en depósitos de gran peso y volumen (bombo­ nas), siendo éste uno de los graves inconvenientes que presentan para su utilización, junto con su bajo poder calorífico, lo que limita su empleo casi exclusivamente a vehículos destinados a circulación urbana, como los taxis. Los combustibles gaseosos pueden ser clasificados en: gases líquidos y gases permanentes. Los primeros son una mezcla de hidrocarburos como el propano (CsHg) y el butano (C 4H 10), que a temperatura normal pueden ser licuados a una presión aproximada de 8 kg/cm^. A la presión atmosférica se hallan en estado gaseoso. Los segundos no son empleados en automoción, pues su almacenamiento requiere grandes presiones, del orden de 200 kg/cm^. Entre estos combustibles pueden citarse el metano (CH 4) y el gas de coque. Los combustibles líquidos son los actualmente empleados casi en exclusiva en los motores de combustión interna y, entre éstos, la inmensa mayoría son derivados del petróleo, aunque también se utilizan en algunos casos el benzol y los alcoholes. Podemos distinguir dos grandes categorías dentro de los combustibles líquidos derivados del petróleo: los carburantes y los aceites pesados, que se diferencian entre sí especialmente por su volatilidad. Los carburantes son empleados en los motores de encendido por chispa y entre ellos destaca la gasolina. Los aceites pesados o petróleos se utilizan en los motores Diesel y entre ellos destaca el gasoil o gasóleo. El benzol y los alcoholes pueden ser incluidos en la gama de los carburantes. El primero es un subproducto del carbón, cuyo principal componente es el benceno (CaHé), con un buen poder antidetonante; pero su poder calorífico es inferior al de la gasolina, por cuya razón solamente es utilizado en aquellos lugares donde escasea el petróleo y abunda el carbón fósil. Los alcoholes presentan características similares en cuanto a los poderes calorífico y antidetonante, y su em­ pleo se reduce a mezclarlos en ocasiones con la gasolina, para su utilización, sobre todo el me- tanol (C H 3O H ) y el etanol (C 2H 5O H ).

RkJQdWJsaXNoZXIy MjI4NDcx