Técnicas del automóvil motores

Volatilidad Es una de las propiedades más importantes de un carburante, por cuanto consiste en la facili­ dad que éste posee de difundirse en el aire, es decir, de evaporarse. Esta propiedad de las gasoli­ nas favorece la unión íntima con el oxígeno del aire y debe estar dentro de unos límites para facilitar el arranque en frío y evitar que se formen bolsas de vapor en los conductos de alimenta­ ción. La volatilidad se detemiina incrementando la temperatura del líquido hasta lograr la eva­ poración. Un líquido que se evapora a temperatura relativamente baja posee una gran volatili­ dad. Si por el contrario su punto de ebullición es muy alto, el líquido es poco volátil. Los hidrocarburos que entran en la composición de la gasolina tienen cada uno su punto de ebullición determinado. Las proporciones de los hidrocarburos de alta o baja volatilidad deben ser adecuadas para las condiciones de funcionamiento del motor. Para facilitar el arranque del motor es conveniente que la volatilidad del combustible sea al­ ta, propiciándose de esta forma la vaporización y homogeneización de la mezcla de aire y com­ bustible, sobre todo con bajas temperaturas, en las cuales, la distribución del combustible a los diferentes cilindros se ve favorecida, lo que da como resultado una mejor capacidad de acelera­ ción del motor. Por el contrario, si la temperatura de ebullición es baja en exceso, la gasolina tiende a formar bolsas de vapor en el sistema de inyección y los conductos de aspiración, que pueden interrumpir el flujo, por cuya causa debe establecerse un punto de ebullición suficiente­ mente alto para evitar este inconveniente, cuidando además de que no lo sea tanto como para dificultar la vaporización, pues además de los efectos contrarios que produce en el arranque, con una volatilidad baja hay una parte de la gasolina que entra líquida (sin vaporizar) en el cilindro, produciendo el lavado del mismo y posterior escurrimiento al cárter, en el que diluye el aceite de engrase con los inconvenientes que ello conlleva. Como puede deducirse, ningún valor de la volatilidad satisface todas las exigencias que se presentan en el ftincionamiento del motor, por lo cual, es necesario establecer un compromiso en el que la gasolina ha de estar compuesta por una mezcla de hidrocarburos de diferentes vola­ tilidades, de modo que satisfaga lo más aproximadamente posible todas las necesidades. La Figura 9.1 muestra las curvas de destilación de dos tipos diferentes de gasolina, donde pueden verse los porcentajes de vaporización con respecto a las temperaturas. Para cumplir las variadas exigencias demandadas es necesario que antes de los 100 °C se evapore por lo menos el 30%. El volumen evaporado hasta 70 °C debe ser grande para facilitar el arranque con motor frío; pero no demasiado, para evitar la formación de vapor con el motor caliente. El volumen evaporado hasta 180 “C no debe ser excesivamente pequeño para evitar la dilución del aceite. % destilado Figura 9.1 Todo ello se cumple en los dos tipos; sin embargo, el tipo correspondiente a la curva b es menos rico en hidrocarburos volátiles a baja temperatura, aunque la temperatura final de evapo­ ración es menor que la del tipo a. De ello resulta que la del tipo a es mejor en cuanto a los arranques, aceleraciones y formación de burbujas y peor en cuanto a dilución del aceite.

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