Técnicas del automóvil motores

Fluidez y punto de congelación La fluidez de los combustibles se valora según el poder de filtración o punto de vertido, el cual representa la temperatura más baja, bajo prueba, a la cual el combustible puede fluir por su propio peso. Esta cualidad es un factor importante, dado que es necesario que el combustible fluya libremente a la temperatura más baja posible. En el gasóleo se tiene muy en cuenta esta )ropiedad por cuanto a bajas temperaturas y por segregación de parafína {parafmadó) aumenta a resistencia opuesta por los filtros de combustible, de tal modo, que se hace difícil el suminis­ tro, por lo cual se recomienda que a partir de - 15 “C se añada una cierta cantidad de petróleo para mejorar la fluidez. Se llama punto de enturbiamiento a la temperatura a la cual la cera del combustible Diesel se cristaliza y, al volverse sólida, da al combustible un aspecto turbio, que recibe el nombre de parafi- nado. Este punto de enturbiamiento varía en función de la procedencia del gasóleo y de su calidad. La resistencia al frío de la gasolina se caracteriza por el punto de cristalización, o sea, la temperatura a la que precipitan por primera vez los cristales. En los combustibles usuales este punto es tan bajo que no se presentan dificultades en invierno. Generalmente se establece por debajo de los - 20 °C. Pureza y residuos de la combustión Los combustibles deben estar libres de impurezas que dificulten el funcionamiento del motor. Con este propósito se limita el contenido de azufre, la acidez y el porcentaje de sustancias resino­ sas. Los dos primeros tienden a originar compuestos corrosivos que atacan a los distintos compo­ nentes del motor, deteriorándolos. Las sustancias resinosas (gomas) tienden a formar depósitos en los conductos de aspiración, segmentos y otras partes del motor, que dificultan su funcionamiento. En los gasóleos es necesario limitar al máximo las sustancias incrustantes y abrasivas, como residuos carbonosos y cenizas, que pueden causar graves daños en la bomba de inyección. El contenido de azufre se limita al 1,2% generalmente. Una proporción mayor aumenta con­ siderablemente la corrosión de cilindros y válvulas. Cuando el azufre se quema, una mínima parte de éste forma sulfuro trióxido (SO 3 ), que si se combina con vapor de agua (H 2O ), formado durante el proceso de la combustión, se produce ácido sulfürico (SO 4H 2). Si este vapor de ácido sulfúrico se condensa en cualquier superficie fiía, como por ejemplo las camisas del cilindro, ataca al material deteriorándolo. Desde el año 2005 la normativa vigente en la Comunidad Eu­ ropea limita el contenido de azufre a 10 mg/Kg. 9.5 PODER ANTIDETONANTE DEL CARBURANTE Cuando un motor de encendido por chispa fiinciona en condiciones extremas, como son: cargas elevadas, adelanto al encendido, temperaturas ambiente altas, etc., puede originare el fenómeno de la detonación. La combustión normal de la mezcla aire/combustible se realiza con la formación de un frente de llama, que se propaga por capas desde la bujía, en todas direccio­ nes, produciéndose una cantidad de calor que hace aumentar la presión a que se somete a la mezcla no inflamada todavía, y puede hacerla explosionar en los casos extremos, lo que se co­ noce con el nombre de detonación y se traduce en una violenta vibración de las paredes de la cámara de combustión, diciéndose en este caso que el motor "pica". Este picado es perjudicial, ya que puede ocasionar la rotura de los órganos móviles del motor y supone una pérdida consi­ derable del rendimiento. El picado es, por tanto, la consecuencia de una combustión anormal que se produce tanto más fácilmente, cuanto mayor es la relación de compresión y depende ftindamentalmente de las características antidetonantes del combustible. Cuando un combustible puede soportar elevadas compresiones sin detonar, se dice que está dotado de un elevado poder antidetonante. La calidad

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