Técnicas del automóvil motores

de un carburante depende fundamentalmente de esta característica, cuya medida viene dada por el llamado número de octano (NO). Los hidrocarburos con estructura molecular en forma de anillo (aromáticos) y con cadenas ramificadas (isoparafinas) son más resistentes al picado que los de cadena lineal (n-parafinas). El valor del NO de un carburante se determina de modo experimental, comparándolo con combustibles de referencia, constituidos por mezcla de heptano e isoctano. Para el primero, de baja resistencia a la detonación, se establece convencionalmente un NO igual a cero; mientras que para el isoctano, de elevada resistencia a la detonación, se establece un NO igual a 100. Mezclados ambos combustibles en diversas proporciones se obtienen NO en toda la escala de cero a cien. Una mezcla al 50% en volumen de ambos hidrocarburos, tiene un NO = 50, mien­ tras que una mezcla de 90% de isoctano y 10% de heptano tiene un NO = 90. Así pues, estos dos hidrocarburos son empleados como combustibles de referencia para poder evaluar el NO de otros combustibles desconocidos. El ensayo para determinar el NO de un combustible se realiza sobre motores construidos es­ pecialmente para este fin. Estos motores son monocilíndricos y permiten variar la relación de compresión durante su funcionamiento. Uno de los utilizados, marcado con las siglas CFR (per­ tenecientes al Comité corporativo para la investigación de combustibles), establece unas deter­ minadas condiciones de funcionamiento en el ensayo, durante el cual, se va aumentando paula­ tinamente la relación de compresión hasta que se produce la detonación. En sucesivas pruebas se determina la mezcla de heptano e isoctano, que para la misma relación de compresión, produ­ ce un picado similar en intensidad, lo que se mide con un sistema electrónico. El porcentaje de isoctano de esta mezcla representa el NO del combustible ensayado. Se puede afirmar que cuanto más elevado sea el NO de un combustible, tanto mayor es su capacidad de resistir a la detonación y mayor puede ser la relación de compresión utilizada en el motor; sin embargo, hay que destacar que cada unidad de aumento en el NO produce un efecto antidetonante mayor cuando dicho índice es más alto. Así, por ejemplo, un aumento de 90 a 91 NO causa un efecto mayor que el de 30 a 31 NO. En los años 80 se utilizaban gasolinas forma­ das por el 60% de hidrocarburos saturados, 30% de aromáticos y 10% de olefina, que daban un NO de 91 (gasolina nonnal), y añadiéndole compuestos de plomo se llegaba a 97 NO (gasolina súper). En la actualidad se emplean gasolinas sin plomo de 95 y 98 NO. Dado que los valores de NO están tomados sobre dos hidrocarburos como el heptano y el isoctano, se comprende que puedan existir valores superiores a 100 NO e inferiores a O NO, pues existen hidrocarburos de mayor poder antidetonante que el isoctano y menor que el heptano, como ocurre con el metano, de mayor poder antidetonante que el isoctano. La resistencia de las gasolinas al picado depende de las características de los petróleos de procedencia y de los procesos de elaboración. Los hidrocarburos de la serie aromática y las iso­ parafinas son más resistentes al picado que los de la serie parafínica. No obstante, la resistencia al picado no cumple de por sí con las exigencias de los motores actuales, por cuya causa se aña­ den a los combustibles en su elaboración, pequeñas cantidades de determinadas sustancias anti­ detonantes (aproximadamente 0,6 cm^/1), como el tetraetilo de plomo, que añadido a la gasolina, es capaz de inhibir la detonación o combustión espontánea de a última parte de la mezcla com­ primida, alargando el tiempo de reacción del combustible, es decir, el tiempo requerido por la última parte de la mezcla para explosionar. A partir de los años 80 se limitó el contenido de plomo a 0,3 g/1, y en esta misma época se creó la gasolina de 95 NO sin plomo. Los antidetonantes son compuestos metalorgánicos que se desintegran con la presión y el calor de la combustión, precipitándose el metal en forma de polvo sumamente fino, que actúa como catalizador inhibidor de la combustión, sin modificar por ello el poder calorífico del combustible. Como sustancias antidetonantes se utilizan, además del tetraetilo de plomo ya citado, el tetrametilo de plomo, el pentacarbonilo de hierro, el tetracarbonilo de níquel y la anilina. Todos ellos son líquidos en condiciones ordinarias. El tetraetilo de plomo es el más eficaz de todos ellos, pero rebasado un porcentaje determinado en la mezcla, origina los in­ convenientes de formación de depósitos de óxido de plomo (cuyo poder corrosivo actúa sobre las paredes del cilindro, pistón, válvulas, etc.) y toxicidad de los vapores de combustible y

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