Técnicas del automóvil motores

contrario de lo que ocurre en los de gasolina, el aumento de presión al final de la compresión im­ plica una disminución del retardo a la inflamación, que da como resultado un fiincionamiento me­ nos rudo del motor. El ténnino compresor se utiliza para referirse a la bomba que suministra al motor el aire bajo presión, cuyo propósito fundamental es barrer el gas quemado y asegurar un completo llenado de aire fresco en cualquiera de las condiciones de funcionamiento del motor. Así pues, con la sobrealimentación se consigue aumentar el área útil del ciclo térmico del motor, a consecuencia del incremento de la densidad del aire y el aumento de la presión de alimentación, como se ha representado en la Figura 10.30, en la que la curva de trazo continuo es la referida al ciclo so­ brealimentado y la de trazo discontinuo a la aspiración natural, siendo Pa el valor de la presión atmosférica y Ps el de la presión de sobrealimentación. Figura 10.30 Con el aumento de presión de la sobrealimentación se consigue evacuar mejor los gases quemados, realizando un mejor barrido del cilindro con los frescos, con lo cual, aumenta el ren­ dimiento volumétrico. La consecuencia final es un aumento sensible de la potencia del motor, que en los casos de sobrealimentación muy acusada puede llegar a ser muy importante, máxime si entre el compresor y el cilindro se interpone un refrigerador del aire de admisión y se eleva simultáneamente el régimen de giro del motor. 10.8 SISTEMAS DE SOBREALIMENTACION Fundamentalmente podemos clasificar en dos tipos los compresores de aire utilizados en los sistemas de sobrealimentación: los volumétricos y los centrífugos. Los primeros pueden ser de lóbulos, paletas o pistones, mientras que los segundos están compuestos esencialmente por un rotor centrífiigo. Los compresores volumétricos son accionados mecánicamente desde el propio motor, del cual reciben movimiento por medio de correas y poleas, generalmente, lo que supone una sustracción de potencia al motor, que es necesaria para realizar su arrastre. Los centríftigos pueden ser accionados por este mismo procedimiento, o por medio de una turbina, que aprove­ cha la energía que poseen los gases de escape (turbocompresores), en cuyo caso, la sobrealimen­ tación se obtiene sin restar apenas potencia al motor. Los compresores volumétricos suelen ser generalmente del tipo de lóbulos, como el repre­ sentado esquemáticamente en la Figura 10.31, donde se muestran las distintas fases de su fun­ cionamiento, que es parecido al de una bomba de aceite de engranajes. Los lóbulos de los roto­ res se acoplan entre sí y giran en direcciones opuestas. Cuando un lóbulo se desplaza, lo hace también la cavidad existente entre dos lóbulos, creando un vacío entre esta cavidad y la carcasa que se llena de aire, que es arrastrado hacia la salida con el giro de los rotores, tal como se muestra en la figura. Dado que los lóbulos del rotor giran dentro de tolerancias restringidas y que nunca están en contacto, no es necesario ningún tipo de lubricación dentro de la carcasa del compresor. Sin embargo, los cojinetes de apoyo de los rotores requieren una lubricación cons­ tante procedente del sistema de engrase del motor.

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