Técnicas del automóvil motores

agua y variando su temperatura). Por lo que afecta a la resistencia de caldeo, el valor óhmico de la misma está generalmente comprendido entre 2 y 6 Q. Un valor excesivamente alto o bajo indica defecto de la placa de caldeo e implica su sustitución. Figura 10.53 La verificación de un sistema de admisión variable consiste simplemente en comprobar que la mariposa selectora del recorrido en los colectores cierra el conducto corto en los bajos regí­ menes de giro del motor y lo abre en los altos. Teniendo el motor en marcha, al acelerar debe observarse el movimiento de la mariposa selectora ubicada en el conjunto de colectores. En caso contrario deberá comprobarse que no existen agarrotamientos (haciendo girar a mano dicha mariposa) y que el sistema de mando funciona correctamente. Verificación y control del sistema de escape Las anormalidades en la evacuación de los gases de escape se traducen generalmente en rui­ dos producidos por fugas. La verificación del sistema consiste en inspeccionar las posibles fu­ gas, así como el estado de los distintos componentes. Dadas las altas temperaturas de los gases de escape, con el funcionamiento continuado del vehículo se producen corrosiones de los componentes del sistema, pues el agua producto de la combustión oxida el material, al que ataca cuando se condensa en las paredes del mismo y así, poco a poco va deteriorando el silenciador, el expansor y los conductos, llegando a un extremo en que se producen agujeros. De otra parte, la carbonilla que arrastran los gases de escape se va depositando en los distintos componentes del sistema, obstruyendo el paso de los gases, lo que dificulta su salida y propicia la corrosión. La obstrucción parcial del sistema de escape da lugar a una pérdida de potencia del motor y anormalidades de funcionamiento. Las fiigas hacen aumentar el consumo de combustible, por alterar las condiciones de evacuación de los gases de escape, aumentando su velocidad de sali­ da, con lo que crece la acción de arrastre que realizan sobre los gases frescos, que en parte se ven arrastrados por los de escape. Este mismo efecto se produce cuando se desprenden los tabi­ ques interiores del silenciador, lo que además es acusado por un ruido metálico característico en el funcionamiento del motor. La obstrucción parcial de un sistema de escape puede verificarse con la ayuda de un manómetro indicador de vacío, que se conecta en el colector de admisión, utilizando alguna de las tomas de vacío implantadas en el mismo. Con el motor en marcha a ralentí, el vacío debe ser superior a 300 mmHg. En las aceleraciones, se observará una disminución del vacío y posteriormente una estabilización al valor anterior. Si no se obtiene un vacío superior a 200 mmHg es síntoma de que existe obstrucción parcial del sistema de escape, que deberá ser desmontado para su limpieza o reparación. Verificación del turbocorapresor El correcto funcionamiento de un turbocompresor puede ser verificado mediante el control de la presión de sobrealimentación, que ha de ser medida con un manómetro conectado en el colector de admisión, en una de las tomas previstas para este fin, como muestra la Figura 10.54.

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