Técnicas del automóvil motores

Con el motor girando a ralentí, la presión de sobrealimentación debe ser nula. Acelerando el motor en vacio, la presión no debe superar los 0,4 bar. En las aceleraciones bruscas hasta la plena carga, la presión no debe superar los 0,8 bar. Figura 10.54 Un control más preciso de la presión de tarado del turbocompresor se realiza con el vehículo en marcha, en condiciones de plena carga, como puede ser la subida de una pendiente. En estas condi­ ciones y a un régimen superior a 3.000 r.p.m., la presión de sobrealimentación debe ser la estipulada (generalmente comprendida entre 0,640 y 0,720 bares). En caso de anomalías, deberá sustituirse o efectuar el reglaje oportuno de la válvula reguladora de la presión de soplado del turbo. El reglaje de la presión de sobrealimentación se realiza actuando sobre la bieleta de mando de la válvula de control, en su unión a la válvula de wastegate. La Figura 10.55 muestra la im­ plantación de estos componentes sobre el turbo, donde la válvula wastegate 1 se fija a la carcasa del turbocompresor mediante tomillos. La membrana de esta válvula está unida mediante la bieleta regulable 2 a la articulación 4 de la válvula 5 de desviación de los gases de escape. Esta unión resulta regulable en longitud, dado que la brida 3 se une a la membrana de la válvula de wastegate por medio de un acoplamiento roscado, con tuerca de fijación (como muestra el deta­ lle de la figura). Variando la longitud de esta biela, se consigue modificar la presión de apertura de la válvula y con ello la presión de control del turbocompresor. Figura 10.55

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