Técnicas del automóvil motores

rial éste con alto punto de fusión y elevada dureza. Antiguamente se fabricaban de platino, por cuya causa se dio en llamar platinos a los contactos del ruptor. Con regímenes elevados, al comienzo del cierre el martillo golpea con tal ímpetu contra el yunque que las superficies de contacto sufren una pequeña defonnación elástica, produciéndose además un rebote e interrumpiéndose el circuito que se acaba de cerrar. Inmediatamente vuelve a caer el martillo contra el yunque debido a la acción del muelle laminar, produciéndose un nuevo rebote, ahora más débil, repitiéndose este proceso durante algunas veces. Cada interrup­ ción debida al rebote tiene lugar a expensas del tiempo de cierre y trae como consecuencia una disminución de la energía de encendido, aun mayor de la que ya se produce dado el elevado régimen de giro del motor. El patín del martillo y los contactos del ruptor están sujetos a un desgaste natural debido al roce con la leva y al golpeteo. Además de esto, bajo la influencia del chispeo que se produce entre los contactos del ruptor, hay una migración de material desde el yunque al martillo. Una parte del material desprendido se volatiliza formándose una capa de óxido en las superficies de contacto, que aumenta la resistencia eléctrica entre ambos. Condensador de encendido Sus misiones fundamentales son: aumentar la rapidez en el corte de la corriente primaria y evitar las chispas entre los contactos del ruptor. El condensador se conecta en el circuito de baja tensión, en paralelo con los contactos del ruptor, como muestra el esquema de la Figura 11.25. Cuando se interrumpe la corriente primaria, aparece una f.e.m. de autoinducción en el arrollamiento primario, que puede llegar a superar los 300 V. El sentido de esta f.e.m. según las leyes de inducción electromagnética, es el mismo que el de la corriente primaria cuando se abre el circuito y, en el instante de separarse los contactos del ruptor, cuando la separación es mínima todavía, hace saltar una chispa entre ellos, cuyos efectos son perjudiciales, pues no sólo se quema su superficie de contacto con el consiguiente deterioro, sino que hay un con­ sumo de energía, transformada en calor en la chispa, que se resta a la energía disponible para el encendido. Por otra parte, el chispeo entre los contactos del ruptor hace aumentar considerablemente la resistencia eléctrica entre ellos, provocándose una caída de tensión, con la consiguiente dismi­ nución de la corriente primaria, que supone un menor flujo magnético creado y, por tanto, me­ nor potencia de encendido. Por ello, es necesario evitar el chispeo entre los contactos del ruptor, lo cual se consigue mediante el condensador de encendido.

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