Técnicas del automóvil motores

tividad térmica para conseguir que la mayor parte del calor recibido por la bujía durante la combustión sea evacuado rápidamente, para mantener la temperatura de la punta del aislador entre 750 y 850 °C, que es la más conveniente para el buen funcionamiento de la bujía. En la Figura 11.34 se ha representado el recorrido del calor y puede verse que la mayor parte del mismo es evacuado a través del cuerpo metálico de la bujía, que lo transmite a la culata del motor, sobre la cual va montada. Cesión de calor 80% 20% es cedido a los gases frescos de la admisión Absorción del 100% del calor de la cámara de combustión Figura 11,34 La conductibilidad térmica del aislador, el tamaño del mismo y el espacio respiratorio de la bujía guardan una estrecha relación entre sí, que determina lo que se conoce como grado térmi­ co de la bujía, que se refiere a la clasificación en tipos que se hace de la bujía, según su capaci­ dad de transferencia de calor desde el lugar de encendido en el pie del aislador, hasta el sistema de refrigeración del motor. Una bujía de bajo grado térmico (izquierda en la Fig. 11.35) tiene el pie del aislador más largo y evacúa más lentamente el calor que la de alto grado térmico (dere­ cha), que tiene un pie de aislador más corto, por lo cual, la primera {bujía caliente) se utiliza preferentemente en motores de baja relación de compresión, mientras que la bujía fría (dere­ cha), se emplea en motores de elevada relación de compresión. Dada la variedad de motores existentes en cuanto a compresión, régimen de giro, refrigeración, etc., es necesario prever la utilización de un determinado tipo de bujía para cada modelo de motor. VTD Caliente Intermedia v T ] Fría Figura 11.35 Una bujía inadecuada al tipo de motor se calentaría en exceso, o en otros casos alcanzaría una temperatura media excesivamente baja. En el prímer supuesto, la mezcla se inflamaría al entrar en contacto con las partes candentes de la bujía y, en el segundo, los residuos de la com­ bustión ensuciarían pronto la punta del aislador, hasta el punto de producirse derivaciones de la corriente de alta tensión, anulándose la chispa, con los consiguientes fallos del motor. La indicación del grado térmico de una bujía viene dada por números y letras, grabados en el cuerpo metálico o el aislador de la misma. Cada fabricante utiliza su propia escala y en el mer­ cado existen tablas de equivalencia entre las distintas marcas y los modelos de vehículo a que corresponden. Cuando una bujía funciona a la temperatura adecuada, las partículas de aceite y residuos de la combustión que se depositan en los electrodos, se queman de inmediato (autolim-

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