Técnicas del automóvil motores

titución del clásico ruptor mecánico, se han desarrollado en la actualidad diferentes tipos de mando electrónico para la conmutación del encendido. Tales sistemas se califican de “totalmente electró­ nicos” y están completamente exentos de mantenimiento, permitiendo una observancia más exacta del punto de encendido hasta el régimen máximo de revoluciones. En los encendidos electrónicos, al igual que ocurre con los convencionales, la alta tensión necesaria para el salto de chispa en la bujía la proporciona la bobina de encendido, pero ahora, el corte de corriente del primario de la misma se realiza por medios electrónicos, quedando su­ primidos los contactos del ruptor, que son sustituidos por un sistema electrónico capaz de en­ gendrar impulsos de tensión para gobernar el corte de corriente en el primario de bobina. La Figura 13.5 muestra la estructura de un sistema de encendido electrónico, donde puede verse que la corriente de alimentación del primario de bobina es controlada por un transistor, que a su vez está gobernado por un circuito electrónico, cuyos impulsos de mando determinan la conduc­ ción o el bloqueo del transistor. Un generador de impulsos G es capaz de engendrar golpes de ten­ sión al compás del giro del motor, que son enviados al fomiador de impulsos, donde debidamente conformados constituyen la señal de mando del transistor de conmutación. Figura 13.5 Constituido el sistema de la forma descrita, en un instante determinado del fiincionamiento del motor, la base del transistor es puesta a masa por medio del circuito electrónico y el transis­ tor conduce, pasando a través de su circuito emisor-colector la corriente al primario de la bobi­ na y fonnando el campo magnético consabido. En el instante que uno de los cilindros del motor ha de recibir la chispa de alta tensión, el generador G engendra un impulso de tensión que es enviado al circuito electrónico, el cual lo procesa y aplica a la base del transistor, bloqueándole, con lo cual se corta la corriente primaria en la bobina y se genera la alta tensión en el secundario de la misma, que hará saltar la chispa en la bujía correspondiente. Pasado este instante, la base del transistor es puesta nuevamente a masa por el circuito electrónico y se establece la corriente en el primario de bobina, hasta que un nuevo impulso de tensión del generador vuelva a bloque­ ar el transistor de conmutación. Así pues, un sistema de encendido electrónico está compuesto básicamente (Fig. 13.6) por una etapa de potencia con transistor de conmutación y un circuito electrónico formador y ampli­ ficador de impulsos, alojados ambos en el módulo electrónico 4, al que se conecta un generador de impulsos 5 ubicado en la cabeza del distribuidor de encendido 6. El generador de impulsos puede ser del tipo fotoeléctrico, de impulsos de inducción, o de efecto Hall. Cualquiera de estos sistemas permite sustituir los contactos mecánicos por elementos que no están sujetos a desgaste alguno. Completan el sistema los componentes convencionales como la bateria 1, el interruptor de encendido 2, la bobina 3 y las bujías 7. Aunque la configuración de estos sistemas pudiera dar la impresión a primera vista de ser complicada, no es así y de hecho su precisión es muy superior a la de los sistemas electromecá­ nicos, con la ventaja esencial de que una vez realizada la puesta a punto de fábrica, el sistema no precisa mantenimiento alguno. Las ventajas más importantes que presentan los sistemas de en­ cendido electrónico son:

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