Técnicas del automóvil motores

Cuando se arranca el motor en frío, la duración del impulso debe ser mayor, dado que se produce un enriquecimiento en estas condiciones. Durante el calentamiento debe ir disminuyen­ do el impulso hasta que el motor alcance su temperatura de funcionamiento normal. Por otro lado, debe observarse que en el arranque aumenta al doble el número de impulsos. En general, los valores que se obtienen en los sistemas de inyección son de 2,2 a 2,4 milisegundos a ralenti y de 8,2 a 8,4 milisegundos a plena carga. A 3.000 r.p.m. aproximadamente se obtienen tiempos de apertura del inyector entre 1,5 y 2,2 milisegundos. Mediante la observación en el osciloscopio de la traza del inyector puede detemiinarse si el sistema de inyección funciona correctamente. Cualquier anomalía que se presente indica un fallo del sistema, que puede ser debido a un defecto de la unidad de control, o bien a que alguna señal de los captadores no es correcta, por lo cual, deberá procederse a la medición de estas señales como se describe más adelante. En algunos vehículos resulta difícil el acceso a los conectores de los inyectores para realizar las correspondientes pruebas, por lo cual se recurre al empleo de una bomera, que se conecta entre la central electrónica y el cableado, como muestra la Figura 16.9. Ahora puede pincharse con la sonda del polímetro o del osciloscopio en el borne correspondiente a cada inyector para proceder a su verificación. Dicho borne está señalizado en el correspondiente esquema, que debe ser consultado en el transcurso de las pruebas. Figura 16.9 Cuando a pesar de obtenerse el funcionamiento correcto de todos los inyectores, siguen pro­ duciéndose anomalías en el funcionamiento del motor, deberá comprobarse si la pulverización del combustible en cada uno de ellos es la adecuada y la orientación del chorro es correcta. Una mala pulverización o el goteo son causas de un menor rendimiento del motor, consumo elevado de combustible y defectos de funcionamiento. La comprobación del chorro de los inyectores se efectúa desmontando la rampa de inyección sin desconectar los tubos de combustible, para co­ locar debajo de cada inyector una vasija sobre la que se vierte el chorro. Alimentando cada in­ yector de corriente eléctrica (Fig. 16.10) por medio de una bateria auxiliar y puenteando al mismo tiempo el relé de la bomba de alimentación se observará la forma del chorro vertido, que debe ser cónica y de buena pulverización.

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