Técnicas del automóvil motores

Figura 17.24 La suciedad en forma de partículas de hollín que arrastran los gases de escape puede deposi­ tarse en una sonda Lambda y afectar negativamente a la señal de tensión que en ella se genera. La sonda Lambda situada a la salida del catalizador está menos expuesta a esta suciedad y, por ello, no es fácil que se altere su señal, resultando sumamente fiable como medida de corrección de la señal de la primera sonda. Sin embargo, debido al largo recorrido de los gases de escape, sería demasiado lenta la reacción de la regulación Lambda si se instalara solamente una sonda después del catalizador. La disposición de dos sondas Lambda es imperativa en los modernos sistemas de diagnosis EOBD establecidos en la última actualización de la normativa anticonta­ minación EU-V de 2008, que junto a otras características se describe más adelante. 17.7 CONTAMINACION POR VAPORES DE COMBUSTIBLE Las gasolinas utilizadas en los automóviles son muy volátiles y a temperaturas ambiente des­ prenden una cierta cantidad de vapor, tanto mayor cuanto más lo sea la temperatura a la que estén sometidas. Los vapores de gasolina son nocivos y no deben ser vertidos a la atmósfera. Por esa causa, actualmente se disponen los depósitos de combustible sin aireaciones al exterior. En ellos es indispensable prever un volumen libre de expansión, para evitar el vertido al exterior del combus­ tible, cuando se dilata por efecto de un aumento de temperatura, como ocurre cuando el vehículo está estacionado al sol con el depósito lleno. A este efecto, los depósitos están provistos de siste­ mas antidesbordamiento, que impiden el llenado total en la operación de repostado. Los vehículos actuales disponen de un sistema de absorción de los vapores de gasolina que se forman en el depósito de combustible, como consecuencia de la subida de temperatura, que se produce en la parada del motor y estando el vehículo estacionado al sol. El dispositivo, denomi­ nado generalmente cánister, es un recipiente relleno de carbón activo, al que se hacen llegar los vapores debidamente canalizados. El carbón activo absorbe los vapores de gasolina, que poste­ riormente, en ciertas condiciones de funcionamiento del motor, son devueltos al sistema de ali­ mentación para ser introducidos en los cilindros. La Figura 17.25 muestra un circuito de reciclado de vapores sencillo, en el cual, los formados en el depósito de combustible son llevados a un recinto de expansión situado a mayor altura que el depósito, donde parte de los mismos, al expansionarse, se condensan escurriendo nuevamente al depósito. El resto de vapores pasa desde aquí hasta el cánister, donde el carbón activado absorbe los hidrocarburos contaminantes. La purga del cánister está gobernada por una válvula de corte del tipo de cápsula y membrana, que permite el paso de vapores desde el cánister hacia el colector de admisión cuando la depresión en éste toma un cierto valor, para una determinada apertura de la mariposa de gases, en cuyo ins­ tante, la membrana baja venciendo la acción del muelle antagonista, permitiendo la circulación de vapores, como indican las flechas. A motor parado o con bajas depresiones, la membrana obtura el conducto de salida, impidiendo el paso hacia el motor a los vapores de combustible.

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