Técnicas del automóvil motores

17.9 VERIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS ANTICONTAMINACIÓN La eficacia de un sistema anticontaminación depende esencialmente de su estado de con­ servación. Cuando se producen irregularidades en el funcionamiento del motor, o se detecta un aumento de los niveles contaminantes, deberá procederse a la verificación de los sistemas anticontaminación, atendiendo a las tres fuentes de emisiones que se han descrito: vapores de combustible, gases del cárter y gases de escape. En particular, por lo que se refiere a este último foco contaminante, ha de tenerse en cuenta que los niveles de polución están directa­ mente relacionados con el motor y, concretamente, con muchos de sus componentes, como el sistema de distribución, la inyección, el encendido, la refrigeración, o el grado de desgaste del motor. Por ejemplo, un desgaste excesivo de los cilindros eleva el consumo de aceite, lo que a su vez implica un aumento de los HC emitidos. Por estas causas, la primera intervención sobre un vehículo que emite un exceso de contami­ nantes, consiste en la revisión del estado del motor, debiéndose comprobar los reglajes del en­ cendido y la inyección, los sistemas auxiliares, el reglaje de taqués y el estado de desgaste del motor (compresión). En lo que afecta al sistema de encendido, deberá verificarse el estado de las bujías, el calado del encendido y las curvas de avances, tanto centrífugo como por depresión. También debe comprobarse el sistema de refrigeración, asegurándose que todos sus componen­ tes funcionan correctamente, de manera que la temperatura del motor sea la adecuada y se al­ cance en el tiempo estipulado. Un termostato defectuoso, por ejemplo, modifica notablemente la temperatura del motor, no alcanzándose el valor adecuado, lo que ocasiona unos niveles conta­ minantes excesivos. La verificación de los sistemas antipolución que actúan sobre los gases de escape se realiza en dos fases fundamentales: medida de los gases contaminantes y verificación de los componen­ tes del sistema anticontaminación de que se trate. Por lo que se refiere al primer punto, se trata de comprobar la eficacia del sistema en la reducción de los contaminantes y se efectúa con la ayuda de analizadores adecuados, a través de los cuales se miden los contenidos de CO, CO 2 , HC, O 2 y NOx, tanto a ralentí como a un régimen aproximado de 2.500 r.p.m. Una vez determi­ nado el porcentaje de los distintos contaminantes, si los valores son excesivos queda constatado un funcionamiento anormal del sistema, y es preciso proceder a la subsiguiente operación de reglaje y a la revisión de componentes para tratar de localizar el defectuoso. La Figura 17.37 muestra la configuración frontal de un analizador de gases de escape de tipo digital, que dispone de las correspondientes ventanas para medida de los distintos gases, tempera­ tura y régimen de giro del motor. También está dotado de un sistema de impresión de los valores medidos y las correspondientes teclas de fiinciones. El contenido de los diferentes gases es detec­ tado según el principio de absorción selectiva de cada gas en el campo del infi-arrojo, para lo cual, se toma una muestra del gas de escape por medio de una sonda, se elimina el agua y se envía a la cámara de medida (una para cada gas). % »oi CO X voL COj m*ám M tn 0000 ao ppw »ol. HC % v«L Ot 0000 000 •C p»n INI. NOi 0 0 0 0 0 0 0 0 iJmóÁ ‘i Figura 17.37 Un analizador de cuatro gases dispone una estructura intema como la representada esquemáti­ camente en la Figura 17.38. El gas de escape es recogido a la salida del tubo de escape del vehícu­ lo por la sonda 11, aspirado por una bomba de diafragma 1 que lo envía a la cámara de medida 3. En su recorrido, el gas de escape es tratado convenientemente por el prefiltro 10, el separador de

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