Técnicas del automóvil motores

escape. Ello es debido a que cualquier modificación en la composición de la mezcla es detectada por la sonda Lambda, que inmediatamente corregirá la riqueza en el sentido adecuado, alterando la composición de los gases a la salida del escape. Para la reacción de la regulación Lambda, es decisiva la proporción de oxígeno en los gases de escape, independientemente de la causa, ya se trate del oxígeno residual de una combustión correcta, o de oxígeno no utilizado porque no se haya producido la combustión, por ejemplo, por un encendido defectuoso. El siguiente ejemplo aclara estos conceptos: Supongamos que la medida de los gases antes del catalizador da como resultado 0,65% de CO y 60 p.p.m. de HC. Cuando en este mismo motor se produce el fallo de la válvula inyectora de un cilindro, éste sólo impulsa aire hacia el escape y, en consecuencia, la sonda Lambda de­ tecta un alto contenido de oxígeno, comparable a una mezcla pobre, por lo cual, la regulación Lambda actúa en consecuencia produciendo un enriquecimiento de mezcla en los demás cilin­ dros, cuando era correcta. El resultado de ello es un aumento del contenido de CO antes del catalizador hasta valores aproximados del 5% y de 250 p.p.m. de HC. En este mismo motor, cuando se produce el fallo de encendido en un cilindro, la mezcla no quemada en él sale hacia el escape y la sonda Lambda detecta un exceso de oxígeno reaccionando como en el caso anterior para corregir la mezcla hacia riqueza. El contenido de CO en los gases de escape aumenta a más del 2,5% y el de HC sube por encima de 2.000 p.p.m., debido a mezcla no quemada. Contaminación Diesel La calidad de la combustión de un motor Diesel puede ser comprobada con un analizador de gases convencional, en cuanto a los productos contaminantes como CO y HC se refiere, pero dado que en este tipo de motores los niveles de contaminación con estos productos son mínimos y, por el contrario, hay una tasa importante de emisión de partículas y humos, la verificación de contaminación se realiza generalmente con la ayuda de un opacímetro, aparato éste que mide la opacidad de los gases, cuantificando el coeficiente de absorción luminosa (K) de los gases, lo cual determina indirectamente la cantidad de combustible no quemado, que produce el carac­ terístico humo negro del escape. La presencia de este humo negro indica exceso de inyección de combustible, combustión inadecuada o puesta en fase de la bomba incorrecta. La Figura 17.44 muestra la estructura de dos de estos aparatos comprobadores, los cuales son dispositivos ópticos que miden la opacidad de una muestra de gases de escape, que se toma di­ rectamente del tubo de escape y se lleva al aparato medidor, en el cual se hace circular por una cámara de rayos infrarrojos, que analiza la muestra y mide el contenido de gases sin quemar, indicándolo en una escala graduada. En otros comprobadores, como el de la derecha de la figu­ ra, la muestra se condensa en un papel poroso, que posteriormente se analiza en un comproba­ dor fotoeléctrico que indica el porcentaje de saturación. En ambos casos, la muestra de gas es tomada en el instante de una fuerte y rápida aceleración hasta los plenos gases. Figura 17.44

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