Técnicas del automóvil motores

Figura 19.12 Esta función del filtro es importante, ya que el agua contenida por las moléculas de combus­ tible, aunque no afecta al funcionamiento del motor, si es inyectada en el cilindro, su contacto con las paredes de los elementos de inyección y los inyectores, puede dañarlas gravemente, sobre todo en largos períodos de inactividad, por cuya causa es absolutamente esencial separarla del combustible. El caudal de combustible necesario para cada motor determina el tamaño y la configuración del filtro. Cuando se requiera un gran caudal, un solo filtro no será suficiente, tanto por su in­ adecuada capacidad de caudal como por su duración limitada, por cuya causa se utilizan dos filtros montados en paralelo. En algunos casos se disponen dos filtros en tándem, como muestra la Figura 19.13, de manera que el gasóleo procedente de la bomba de alimentación entra al pri­ mer filtro, donde queda rodeando al elemento filtrante, a través del cual pasa al interior como indican las flechas, para salir por la parte superior, que a su vez desemboca en el segundo filtro (fino), en el cual, después de atravesar el elemento filtrante, va hasta la bomba de inyección. Figura 19.13 En la parte superior, los filtros van provistos de unos tapones que se utilizan para la purga del circuito. Los filtros de autopurga, a los que ya nos hemos referido, disponen un pequeño orificio de restricción o una válvula de descarga, situada en lo alto de la carcasa, que permite la salida de una pequeña parte del combustible para devolverlo al depósito. Cualquier cantidad de aire que entre al filtro sube hacia la parte superior y sale por el conducto de retomo en fonua de burbujas al depósito. La acción de filtrado se completa con la interposición de un filtro en la entrada del inyector, que está constituido (Fig. 19.14) por una barra estriada, que está emplazada en la misma tubería de llegada del portainyector. En esta barra hay labradas cuatro estrías en el sentido longitudinal, de las cuales, dos comunican con el conducto de llegada y las otras dos con el inyector, de ma­ nera que el combustible que llega a presión hasta aquí debe pasar de unas ranuras a otras por el espacio reducido existente entre la barra y su alojamiento en la canalización. Las impurezas, por tanto, quedan en las estrías.

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