Técnicas del automóvil motores

de inyección directa. La aguja de este tipo de tobera (Fig. 19.49) posee dos secciones cónicas, como ya se dijo, de las cuales, la superior es responsable del levantamiento y la inferior realiza la estanqueidad. Generalmente se disponen varios orificios de salida del combustible, como muestra la figura, con una orientación conveniente de cada uno de ellos, adecuada al tipo de cámara de combustión. En los de orificio único éste puede ubicarse lateralmente en lugar de estar centrado. En algunas ocasiones, el inyector no está situado en posición vertical en la cáma­ ra de combustión, sino inclinado, lo que implica un posicionamiento determinado para que el orificio lateral de salida del combustible quede orientado convenientemente. w I Figura 19.49 Toberas de tetón o espiga Los inyectores de tetón o espiga se utilizan generalmente en motores de inyección indirecta, es decir, con precámaras de inyección, donde la presión de apertura oscila entre 90 y 125 bares. En ellos, la preparación del combustible se realiza principalmente por el efecto torbellino del aire y una adecuada forma del chorro de inyección. En este tipo de tobera, la aguja está provista en su extremo de una espiga pulverizadora de conformación especial, que penetra con un juego reducido en el orificio del cuerpo del inyector. Mediante diversas medidas y la fonna de las espigas (Fig. 19.50) puede variarse el chorro de la inyección según los requerimientos. Además, la espiga mantiene el orificio de pulverización libre de depósitos de carbonilla. Espiga con extremo cilindrico Espiga con extremo cónico Figura 19,50 En la Figura 19.51 se muestra un tipo de tobera de tetón con una forma predeterminada (cilindrica o cónica), que posibilita la formación de un prechorro, de manera que al comienzo de la apertura se deja un pequeño espacio en forma de anillo que deja salir muy poco combustible (efecto estrangulador). A medida que se agranda la apertura, por aumento de la presión de in­ yección, la sección de paso aumenta, hasta que hacia el final de la carrera de la aguja, se inyecta la dosis principal de combustible, tal como se muestra en las distintas fases de la figura. El efecto estrangulador que se provoca en este tipo de tobera asegura una combustión más suave y, por consiguiente, un ftincionamiento más uniforme del motor, ya que el aumento de la presión de combustión es más progresivo. La forma del tetón, las características del muelle del portainyector y el juego de estrangulación, determinan la forma del chorro de inyección para conseguir el efecto deseado.

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