Técnicas del automóvil motores
a temperaturas excesivas, a las cuales, puede producirse el destemplado del material, por cuya causa deben ser sustituidas ambas piezas. El asiento de la aguja debe presentar un buen acabado mate en las zonas de contacto, sin es calón indicativo de desgaste excesivo. Si se encuentran erosiones o ralladuras en estas zonas, de berán ser sustituidos estos componentes, teniendo en cuenta el apareamiento de aguja y tobera. Se comprobará igualmente que la aguja se desliza fácilmente en el interior de la tobera, sin agarrotamientos ni holguras. Colocada la tobera en posición vertical (Fig. 21.25), la aguja debe caer hasta el fondo del asiento por su peso. Apretándola ligeramente con la mano contra su asiento, al invertir la posición de la tobera, la aguja debe mantenerse sobre el asiento, si ambos están impregnados de gasóleo y, al golpearla ligeramente con los dedos, deberá caer libremente. En caso de que esto no ocurra, deberá efectuarse nuevamente la limpieza y desincrustación y, si esto no fuese suficiente, se sustituirá el conjunto. En el portainyector deberá comprobarse la varilla de empuje, que no debe estar deformada ni presentar señales de golpes o deformaciones, prestando especial atención a su estado de desgas te. También debe comprobarse el estado del muelle y el dispositivo de reglaje. / y 7 1 j / / ^ / / \ ^ r l \ N \ , 1 Is Figura 21.26 Finalizadas las operaciones de verificación y limpieza del inyector, deberá comprobarse la elevación de la aguja de su asiento, la cual está limitada en el funcionamiento durante la inyec ción, cuando el extremo superior de la aguja hace contacto con la superficie de acoplamiento del portainyector. La elevación de la aguja debe estar comprendida dentro de ciertos límites, si se quiere obtener una inyección eficaz y una duración razonable de la tobera. Si esta elevación es insuficiente, la holgura entre la punta de la aguja y su asiento en la tobera, no será suficiente para permitir el paso de toda la carga de combustible sin restricciones, lo cual provoca un des censo considerable de la presión necesaria para que el combustible salga a través de los orificios de la tobera, con lo cual, empeora la penetración y la pulverización en la cámara de combustión. Por el contrario, una elevación excesiva provoca un fuerte golpe de la aguja contra su asiento en el momento del cierre, que acorta considerablemente la duración de la tobera. La verificación de la elevación de la aguja se realiza como muestra la Figura 21.26, con la ayuda de un reloj comparador con soporte. En una primera fase, se acopla el adaptador (zona rayada) al extremo posterior de la aguja y se coloca el reloj comparador sobre él, de manera que su palpador apoye contra el extremo de la aguja, efectuando la lectura en estas condiciones. Después se introduce la aguja en la tobera, apoyando esta última contra el adaptador y el palpa dor del comparador contra el extremo de la aguja, realizando nuevamente la lectura. La diferen cia de estas dos medidas da el levantamiento de la aguja, que debe ser el estipulado por el fabri cante. En caso contrario deberá sustituirse el conjunto de aguja y tobera.
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