Técnicas del automóvil motores

Balancín IMPULSIÓN Colchón hidráulico Figura 22.36 Cuando en el giro del motor, la leva presenta su saliente al balancín, el émbolo comienza su movimiento descendente y el combustib e que se encuentra en la cámara de bombeo es empuja­ do hacia el conducto de alimentación, en sentido contrario al de entrada. En un determinado instante, la unidad de control activa la electroválvula y su aguja apoya en el asiento cortando la salida del combustible hacia el conducto de alimentación. A partir de ese instante aumenta rápi­ damente la presión en la cámara de impulsión, transmitiéndose a través del conducto lateral hacia la tobera, cuya aguja queda sometida al empuje que tiende a levantarla. Cuando la presión alcanza los 180 bar, se supera la fuerza del muelle de la tobera y comienza la preinyección. La carrera de levantamiento de la aguja del inyector está limitada en esta fase de inyección por la formación de un colchón hidráulico (Fig. 22.37). Al alcanzar el émbolo amortiguador (formado en el extremo superior de la aguja) el estrechamiento realizado en el cuerpo de la tobe­ ra, se dificulta enormemente la subida de la aguja y el combustible que está llegando a la tobera no puede ser desalojado con rapidez. Como consecuencia de esto, la presión aumenta en la cámara de alta presión y se aplica al émbolo de evasión situado por encima del muelle del inyec­ tor. Alcanzado un determinado valor de presión, este émbolo se desplaza hacia abajo contra la fuerza del muelle, desalojando un determinado volumen de la cámara de alta presión, que hace decaer de manera repentina la presión en la misma, con lo cual se produce el cierre de la aguja del inyector, finalizando así la preinyección. Seguidamente se produce la inyección principal, pues el émbolo de bombeo sigue su carrera descendente impulsado por el balancín y la correspondiente leva. Con este desplazamiento se produce nuevamente un aumento de la presión en la cámara de alta presión y, alcanzados los 300 bar, la aguja del inyector vuelve a levantarse contra la fiierza del muelle, ahora pretensado debido al descenso del émbolo de evasión, lo que determina una presión de comienzo de inyec­ ción más elevada que antes. La presión continúa en aumento durante esta fase de inyección su­ perando los 2.000 bares, debido a que el émbolo de bombeo impulsa una cantidad de combusti­ ble mayor de la que puede salir por los orificios de la tobera.

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