Técnicas del automóvil motores

Dado que en esta disposición el líquido de refrigeración está en contacto directo con la cami­ sa, es necesario realizar una unión estanca de la misma con el bloque, en su montaje, para evitar fugas de líquido. A este efecto se disponen generalmente unas juntas tóricas, que acoplan en unos resaltes formados en la zona inferior de la camisa (como indican las flechas), que encajan a su vez en alojamientos dispuestos en el bloque. Entre las paredes de la camisa y el bloque queda un espacio suficiente para la circulación del líquido de refrigeración. Las camisas son manteni­ das contra su asiento en el bloque por medio de la culata (como ya se verá), que se fija al mismo en su cara superior inmovilizando las camisas. En la Figura 4.6 se muestran diferentes disposiciones de montaje de las camisas húmedas en el bloque. En el detalle A, la camisa está provista de un resalte inferior que apoya en el bloque con interposición de la correspondiente junta de estanqueidad. En el detalle B, el apoyo se reali­ za en la parte superior, mientras que en la inferior se dispone también de anillos de estanquei­ dad. La disposición mostrada en el detalle C es una combinación de las dos anteriores y, por último, en el detalle D se muestra la disposición de montaje de una camisa seca, con resalte en la parte superior, que se monta en el bloque a presión. Debido al contacto directo con el líquido refrigerante, las camisas húmedas son favorables a una buena refrigeración. De otra parte, presentan la ventaja de poderse dilatar sin aprisionarse contra el bloque motor. Para evitar la corrosión que produce el contacto directo con el líquido refingerante, las paredes externas de la misma reciben un tratamiento especial a base de aluminio o cerámica. Otra de las ventajas fundamentales de las camisas húmedas es que resultan fácilmente re- cambiables, incluso para un solo cilindro, conservando las características originales de cilindra­ da del motor. Del mismo modo, en un determinado bloque pueden montarse diversos tipos de camisas para obtener diferentes cilindradas. Por el contrario, la estructura del bloque para cami­ sas húmedas resulta menos rígida que en el caso de camisas secas, las cuales permiten mayores cilindradas, al tiempo que presentan más espacio para las válvulas, que pueden ser mayores en estos casos. Con las camisas secas se tiene la ventaja de un mejor centrado en el bloque y que no se necesitan juntas de estanqueidad. De otra parte, en este tipo de camisas no existe problema de corrosión. La cara superior del bloque está perfectamente planificada y pulida para recibir a la culata, con la interposición de una junta (Fig. 4.7), ensamblándose ambas por medio de los casquillos centradores A y fijándose a la culata con tomillos que roscan en el propio bloque, como se ha visto en los despieces de motores del capítulo anterior y de este mismo. La junta de culata es quien realiza el sellado de la cámara de combustión, al interponerse en­ tre la propia culata y el bloque. Como se muestra en el detalle de la figura, está constituida en la mayor parte de los casos por una lámina de acero recubierta por ambas caras de un material denso y esponjoso como el amianto o la fibra de caucho mezclada con grafito, capaz de adaptar­ se a las pequeñas irregularidades o arañazos de las superficies del bloque y la culata, respecti­ vamente, cuando se aplasta con el apriete al que se la somete en el montaje, realizando así una

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